«Sinaí» su manera de rezar por la Prensa

Desde su rincón inmóvil, Lolo se convirtió en periodista y escritor. Fundó «Sinaí, grupos de oración por la prensa»; cada doce enfermos, junto con un monasterio de clausura toman el «cuidado espiritual» de un medio de comunicación social y así hasta 300 enfermos incurables a los que Lolo alentaba a través de la revista mensual que escribía para ellos. El «Decálogo del periodista» y «La oración por los periodistas» son su declaración de intenciones. Cuando aún podía mover algo los dedos, le regalaron una máquina de escribir. Lo primero que escribió en ella fue «Señor, gracias. La primera palabra, tu nombre; que sea siempre la fuerza y el alma de esta máquina. Que tu luz y tu transparencia estén siempre en la mente y en el corazón de todos los que trabajen en ella, para que lo que se haga sea noble, limpio y esperanzador».