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«Star Trek» Spock llega al siglo XXI

«Star Trek» Spock llega al siglo XXI
«Star Trek» Spock llega al siglo XXIlarazon

Siglo XXIII. Jóvenes de toda la galaxia sueñan con triunfar en la Flota de la Federación Interestelar. Hasta allí llegan James T. Kirk, rebelde y problemático pero con dotes de líder, y Mr. Spock, un medio-vulcaniano cerebral, como todos los de su planeta, y escrupuloso con las normas. Dos caracteres antagónicos que en seguida chocan y que compiten por el mando de la nave más deseada: la Entrerprise. Finalmente, Spock se llevará el gato al agua. Alto, alto, ¿esto qué es?... dirán los «trekkies» más insobornables. Paciencia: en la enésima reinvención de la saga de ciencia-ficción más longeva y venerada, «Star Trek», habrá sorpresas. Y la primera, pero no la última, es un giro en las premisas que damos por sentadas.El responsable de la «osadía» es J.J. Abrams. Denle un voto de confianza: suyas son «Misión: Imposible III» y el arranque de «Perdidos». Y en el reparto, Zachary Quinto como Spock (el Sylar de «Héroes») y Chris Pine como Kirk. Con ellos, Zoë Saldana (Uhura), Simon Pegg (Scotty) y Karl Urban (McCoy). Y un irreconocible Eric Bana como el malo de la historia.«Star Trek» comenzó a emitirse en televisión en 1966. En 1979 llegó al cine, con un éxito forjado con guiones inteligentes y decorados de cartón piedra. «Me encanta ese tipo de "look"–reconoce J. J. Abrams–, pero sé que para que esta "Star Trek"tenga su sitio en una nueva generación necesita mayor resolución. Y no hablo de Imax, sino de la sofisticación de la audiencia». El resultado visual del filme, a años luz de los anteriores, lo confirma. Abrams se enfrenta al recuerdo, inevitable, de los originales Kirk, Spock y compañía: William Shatner, Leonard Nimoy, DeForest Kelley, James Doohan... De hecho, Nimoy protagoniza el único cameo de aquellos en el filme. «La meta era no tratar de pensar en nada, ni en los "fans", ni en la serie precedente... Tan sólo en los personajes de la película, e intentar contar esa historia lo mejor que pudiera», se sincera el director.Con humorPara hacerlo ha contado con un inesperado aliado: el humor. Así, Abrams parece no temer a la ira de los «trekkies»: «La gente que puede sentirse ofendida por esos toques de humor es probablemente a la que no voy a contentar de ninguna manera. No podía hacer esta película para ellos, sino para los espectadores abiertos de mente, para quienes quieren pasar un buen rato o entrar en contacto con ellos por primera vez». Y añade: «Lo que me preocupaba era que la historia fuera creíble; traté de que lo más desquiciado que pudiera pasar no fuera imposible, sino, a lo sumo, improbable».Cuenta Chris Pine –guaperas con denominación de origen californiana, «el próximo Brad Pitt» según su colega Zachary Quinto– acerca de los nuevos Kirk y Spock que «estos dos jóvenes se comportan como descerebrados al comienzo, son individuos apasionados, obstinados, que se dejan llevar y que proceden de mentalidades opuestas. Pero esas cualidades que los separa al final los equilibra: esa pasión acaba por unirlos».El primer Kirk, William Shatner, no se involucró en el proyecto, según cuenta Pine: «Mi relación con él se limita a una carta que le escribí al comienzo. Él me respondió muy amablemente y me deseó mucha suerte». En cambio, Quinto sí contó con la tutela del Spock original: «Trabajé muy estrechamente con Leonard Nimoy. Él tenía, por contrato, control sobre qué actor daría vida a Spock. Así que supe desde que me dieron el papel que tenía su bendición. Durante el proceso de preparación fue muy accesible y generoso. Me he sentido realmente honrado de poder considerarle un amigo». Ambos dicen no tener miedo a los «trekkies»: «Nos han apoyado mucho. Y las reacciones de los "fans"van a ser diferentes», cuenta Pinto, que se declara «muy divertido» y lanza una petición para hacer «comedias y otras cosas», aunque no descarte una continuación de «Star Trek» y confirme que sigue otra temporada en «Héroes».Perdido bajo el maquillaje del villano Nero, Eric Bana («Troya», «Hulk») quita hierro a su presencia en un papel menor: «Era demasiado bueno para resistirse. Es difícil encontrar personajes como éste en Hollywood. No me planteo cómo de grande es mi papel, lo veo como la oportunidad de hacer un secundario, para variar, en el que desapareces físicamente». El australiano reconoce que la ciencia-ficción «no es algo de lo que haya sido "fan"de pequeño, pero me interesó cuando crecí y conforme el hombre se fue acercando más y más a conquistar el espacio».Una serie comprometidaAunque tampoco era una gran admiradora de la serie, Zoë Saldana (no pierdan de vista a esta explosiva latina de New Jersey) reconoce que el proyecto la conquistó: «Le tengo mucho respeto a lo que la serie simbolizó, por su mensaje, tan especial e idealista: nos hizo creer en las personas. En aquella época la tensión entre EE UU y la URSS había alcanzado un punto crítico, todo el mundo estaba asustado. Y sus creadores hicieron una serie con un ruso, un norteamericano, un japonés, después de Pearl Harbour, una mujer afroamericana... La gente no lo esperaba, pero nos impulsó a creer que algún día podríamos ser así». ¿Lo lograremos? Como diría Spock: «¡Larga y próspera vida!».