Ciencias humanas

Subrayando la Encíclica

La Razón
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El Papa en su Encíclica «Caritas in Veritate» subraya aquellas convicciones que condicionan, positiva o negativamente, cualquier desarrollo de pensamiento. Por ello defiende claramente la persona humana en su verdad, y alerta a los gobernantes: «Quisiera recordar a todos, en especial a los gobernantes que se ocupan en dar un aspecto renovado la orden económico y social del mundo, que el primer capital que se ha de salvaguardar y valorar es el hombre, la persona en su integridad. Pues el hombre es el autor, el centro y el fin de toda la vida económico-social». Más adelante avisa: «La promoción programada de la indiferencia religiosa o del ateísmo práctico por parte de muchos países contrasta con las necesidades del desarrollo de los pueblos, sustrayéndoles bienes espirituales y humanos». Y razona la gravedad de esas acciones: «Dios es el garante del verdadero desarrollo del hombre en cuanto, habiéndolo creado a su imagen, funda también su dignidad trascendente y alimenta su anhelo constitutivo de «ser más». Y, poco después, insiste -con un párrafo de «Deus Caritas est»- de gran claridad y contundencia: «Cuando el Estado promueve, enseña o incluso impone formas de ateísmo práctico, priva a sus ciudadanos de la fuerza moral y espiritual indispensable para comprometerse en el desarrollo humano integral y les impide avanzar con renovado dinamismo en su compromiso a favor de una respuesta humana más generosa al amor divino».