Temor a que la CND desaparezca

La Compañía Nacional de Danza (CND) partió hace unos días hacia Taiwán, pues actúa durante este fin de semana en el Teatro Nacional de Taipei, con la incertidumbre como principal equipaje. Entre las filas de Nacho Duato temen que en tiempos de crisis económica la danza sea de nuevo la hermana más pobre de las artes. O lo que es lo mismo, corre el rumor de que, en una primera fase, el número de bailarines quede reducido a la mitad para acabar por disolver el conjunto al tener que mantener también el ministerio la nueva Compañía Nacional de Danza Clásica que dirigirá Víctor Ullate. Lo cierto es que la primera petición de los coreógrafos entrevistados por LA RAZÓN para las líneas anteriores es que la compañía no se disuelva. La fundación de UllateDesde Cultura insisten en que el propio César Antonio Molina visitó la CND y se comprometió a que el estatus se mantendría tras de la marcha de Duato. Para estas fuentes se trataría de rumores infundados difundidos por el coreógrafo para lograr llevarse a algunas de las principales figuras a su futura compañía, que tendrá sede en Valencia. En Cultura ven como dos entes diferentes la CND, que es una unidad más de producción del Instituto Nacional de las Artes Escéncias y de la Música (Inaem), por tanto, con presupuesto estatal, de la futura compañía de Ullate, que se formará como una fundación en la que, además, del Inaem estará representada la Comunidad de Madrid, que aportaría una parte del presupuesto y cedería el Centro Coreográfico de los Teatros del Canal como sede. Precisamente los plazos legales necesarios para constituirse en fundación dilatarían la puesta en marcha del nuevo conjunto clásico.