Jerusalén
«Inch'Allah»: En tierra de nadie
Dirección y guión: Anaïs Barbeau-Lavalette.Intérpretes: Evelyne Brochu, Sabrina Ouazani, Syvan Levi, Yousef «Joe» Sweid. Canadá-Francia, 2012. Duración: 102 minutos. Drama
En una guerra de buenos y malos, una guerra que se desarrolla en línea recta, sin matices, parece que lo mejor es crear un vértice externo para forzar el triángulo, para que exista el testigo ocular que, desde la objetividad, analice un conflicto que parece imposible de resolver. Chloé surge como ese elemento neutral que, a fuerza de integrarse en el bando de los perdedores, entiende la tragedia del conflicto palestino. Ella, ginecóloga canadiense de las Naciones Unidas prestando servicios en una clínica de Ramallah, goza de los privilegios de vivir en Jerusalén pero se implica demasiado en el drama de Rand y su familia, con la consiguiente culpa occidental asomando el morro de su desconcierto. A Chloé se le pide que tome partido, cosa que a la película le cuesta hacer: para que la crónica del desastre sea creíble hay que compensar las razones de uno y otro bando, y hay que crear un personaje que sea algo más que un zombi, una página en blanco que se deja escribir por la vehemencia de la realidad del entorno. «Inch'allah» tiene sus momentos de innegable intensidad dramática pero, en general, no sabe separarse de los lugares comunes del cine que ha abordado el ostracismo palestino.
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