2016: el año en el que volvió la política de demonización

Amnistía Internacional publica su informe anual sobre Derechos Humanos en el mundo. “Antes los gobiernos se avergonzaba de cometer violaciones, ahora los límites de lo aceptable han cambiado”, advierte la ONG

El año 2016 ha dejado mucho que desear en cuanto a Derechos Humanos y, lo que es peor, parece que la tendencia seguirá en 2017. En el informe anual de Amnistía Internacional la conclusión es que 2016 ha sido “terrible, venenoso y divisivo. Se ha dado un uso cínico de la retórica y se ha promovido el ''nosotros contra ellos'' para apelar a la fibra sensible y ganar votos”. Para el director de Amnistía Internacional España, Esteban Beltrán, antes “los gobiernos se avergonzaban de cometer” violaciones a los Derechos Humanos. Sin embargo, “ahora los límites de lo aceptable han cambiado”. Para Beltrán, “el ''nosotros contra ellos'' en discursos de culpa, odio y miedo ha creado una agenda tóxica, deshumanizadora, nunca vista desde 1930”. Para la ONG, “la retórica divisiva y xenófoba debe cesar, pues es una amenaza para el desarrollo: el respeto a los DD HH es sinónimo de estabilidad”.

En su sede en Madrid, flanqueados por las caras de Bachar al Asad (Siria), Vladimir Putin (Rusia), Donald Trump (EE UU), Xi Jinping (China), Viktor Orban (Hungría) y Rodrigo Duterte (Filipinas), Aministía Internacional presentó el nada alentador informe de 2016 realizado en 159 países.

En resumen, AI advierte que la falta de liderazgo internacional agrava dicha “política de demonización en un escenario mundial caótico”. En el panorama internacional ha habido turbulencias, convulsiones y cambios políticos radicales, pues estamos ante un “escenario mundial caótico” como se ha visto en Turquía, Brasil o China. Asimismo, la ONG destaca la fatal noticia para los DD HH: “Burundi, Suráfrica, Gambia y Kenia dieron la espalda a la Corte Penal Internacional, mientras que Rusia retiró simbólicamente su firma de este órgano”. Hay otros que han incumplido los derechos humanos como Estados Unidos en Afganistán, Arabia Saudí en Yemen y las tropas rusas y de Asad en Siria. Y es que para Amnistía Internacional, salvo Alemania y Canadá (las “honrosas excepciones”) el resto de los países ha dado marcha atrás. Desde la ONG avisan “hay más riesgo de efecto dominó entre los líderes a que retiren garantías ya adquiridas, incluso en Gobiernos confiables”.

Al menos 36 países violaron el derecho internacional, pues devolvieron a refugiados a Estados donde corrían peligro, en al menos 23 naciones se cometieron crímenes de guerra y en 22, se mataron a activistas de los derechos humanos. La Unión Europea, en pleno caos mundial, “ha llegado a marrulleros acuerdos, con países dudosos como Libia, Egipto o Turquía” para no asumir la crisis de refugiados y los muertos en el Mediterráneo. Además, los países miembros de la UE, entre ellos España, incumplen el sistema de cuotas para el reparto de refugiados. De los 120.000 solicitantes de asilo que debían reubicarse desde Italia y Grecia, sólo se ha cumplido con unas 8.000 personas. Para AI, España está “a la cola” de la UE en la reubicación de refugiados que huyen de conflictos armados o de graves violaciones de derechos humanos.