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Los presos por corrupción de la “era K” comienzan a salir de la cárcel

Puestos en libertad el ex ministro argentino de Planificación Julio De Vido y el ex secretario de coordinación Roberto Baratta

Cristina Fernández junto a Julio De Vido, en una imagen de archivo
Cristina Fernández junto a Julio De Vido, en una imagen de archivoNatacha PisarenkoAP

Tal y como se esperaba aunque quizás no, de una manera tan evidente, los presos políticos y funcionarios detenidos en el anterior mandato por causas de corrupción cometidas durante la gestión del matrimonio Kirchner empezaron a salir de prisión, tan solo pocos días después de la vuelta del peronismo al poder.

El ex ministro de Planificación Federal Julio De Vido y el ex secretario de Coordinación de esa cartera Roberto Baratta dejaron el penal de Ezeiza ayer. Las excarcelaciones se concretaron después de la resolución que tomó la Cámara Federal de Casación en el marco de la causa de los cuadernos de las coimas.

El Tribunal Oral Federal (TOF) 7 había rechazado la excarcelación pedida por los respectivos abogados (pero Casación tuvo en cuenta que De Vido y Baratta llevan más de dos años de prisión y que no está fundamentado ni el peligro de fuga ni el peligro de entorpecimiento de una investigación.

De Vido deberá cumplir con una detención domiciliaria que le fue impuesta por el TOF 1, en el marco de la causa en la que se investigan supuestos desvíos con dinero público que debía destinarse a la mina de carbón de Río Turbio. Es por el cobro de 50 millones de pesos- un millón de euros- por una calle que nunca se hizo. El Tribunal Oral ordenó que se recupere el dinero.

En tanto, Baratta, si bien no tiene dictada la prisión domiciliaria, cumple con el requisito de una tobillera electrónica, a sólo efecto de monitoreo, y se encuentra en su domicilio del barrio porteño de Belgrano.

La excarcelación de De Vido llega a pocas horas de que el ex ministro anunció que comenzaría una huelga de hambre mediante una carta al director de la Unidad Penal Federal 31 "como medida de protesta y reclamo a raíz de la violación de mis derechos constitucionales de igualdad ante la ley y presunción de inocencia desconocidos en mi contra", escribió el ex funcionario.

La causa de los cuadernos se inició en abril de 2018, cuando el periodista Diego Cabot se presentó ante la fiscalia para aportarle fotocopias de cuadernos que contenían las anotaciones de Oscar Centeno, el chofer de Roberto Baratta, con el registro de los viajes que hacían recaudando dinero entre empresarios supuestamente encaminados a financiar el partido de Cristina Kirchner y futuras campañas.

En el marco de esa causa, se ordenaron detenciones que incluían a la hoy vicepresidenta Cristina Kirchner (en ese momento, con fueros como senadora), a De Vido, Baratta, ex funcionarios y empresarios.

De Vido quien se encuentra procesado en varias causas, se convirtió en el hombre más poderoso durante la gestión de Néstor Kirchner manejando los presupuestos de la obra pública por valores que asciende a más de 60.000 millones de dólares. Durante todo su cautiverio al igual que otros denominados “presos políticos” por el peronismo, mantuvo silencio sin inculpar a la ahora vicepresidenta, Cristina Fernández, supuesta cerebro de toda la trama. Una lealtad que ahora, es premiada con la libertad.