Corea del Sur
Recrean en la televisión coreana el reencuentro de una madre con su hija recientemente fallecida
La experiencia ha sido posible gracias a la realidad virtual que ha permitido a la progenitora tener una última despedida
La cadena de televisión surcoreana, MBC, emitió recientemente un documental en el que se cuenta la historia del fallecimiento de la pequeña Nayeon, de siete años, de cómo lo vivió su familia. Hasta aquí podría parecer que se trata de un programa emotivo más que se realiza en homenaje de la fallecida, pero nada más lejos de la realidad, y es que a través de la fotogrametría, la captura de movimientos y la realidad virtual, se consiguió realizar una recreación en 3D de Nayeon para que su familia se pudiera despedir de ella.
Como todas las niñas de su edad, a Nayeon le gustaba pasar las horas jugando con sus amigos felizmente. Las malas noticias comenzaron cuando se le detectó linfohistiocitosis hemofagocítica, una enfermedad rara, de pronóstico grave que causa hiperinflamación severa provocada por el crecimiento descontrolado de los glóbulos blancos del cuerpo. Para Ji-sung, su madre, todo hacía indicar que se trataba de un resfriado común, debido a los síntomas de fiebre e hinchazón que presentaba. Sin embargo la peor noticia llegaría un mes después con el fallecimiento de la menor en el hospital.
El documental titulado “Meeting You”, está destinado a recrear una serie de cálidos recuerdos de la vida de Nayeon. Con la ayuda de un HTC Vive Pro, rastreadores Vive, y un adaptador inalámbrico, Ji-sung se reencuentra con su hija en un parque que la familia solía frecuentar.
Ji-Sung, la madre, vive la experiencia profundamente, se emociona ya en los primeros instantes del “viaje”, e incluso deja caer alguna lágrima por sus mejillas. Se sumerge tan profundamente en la experiencia que trata de entablar una conversación normal, como si Nayeon hubiese regresado de unas vacaciones, y todo formase parte de una mal sueño...
“¿Cómo estás?, ¿me has echado de menos?, ¿has pensado en mí?... La experiencia virtual está tan bien realizada que consigue que se ponga la piel de gallina, cuando el espectador se pone en el lugar de la madre.
Nayeon se ríe, y cautelosamente le pregunta a su madre si tiene miedo. Se pregunta por qué hace frío afuera. Mientras se entrelazan las manos, ambas se elevan a un reino celestial. Ji-Sung junta sus brazos para abrazarla, y conseguir sentir de nuevo la sensación de sentir a su hija cerca. La familia de Nayeon, su padre y sus hermanas, están detrás de las cámaras presenciando el reencuentro y ni ellos ni los miembros del equipo pueden evitar emocionarse visiblemente al presenciar la escena.
Madre e hija continúan experimentando más recuerdos alegres juntas. Es el cumpleaños de Nayeon, y en la imagen se pueden apreciar todos los elementos imprescindibles de una fiesta de cumpleaños. Juntas soplan las velas, y llega el momento de pedir un deseo. Nayeon pide que su padre deje de fumar, que sus hermanos no se peleen, que su hermana no enferme, y por último que su madre no llore.
En los últimos instantes del viaje, la pequeña le lee a su madre una carta que tiene escrita para ella en la que le dice que “quiere jugar con ella la próxima vez que se encuentren y que siempre la recordará”, quizás este sea el punto dramático o emotivo álgido. La madre sobrepasada por las emociones, le responde, y le dice “tengo cosas que hacer aquí todavía, pero cuando termine vendré para volver a estar junto a ti”. Finalmente la imagen de la niña se convierte en mariposa y se marcha revoloteando, esperando a que un día pueda volar de nuevo junto a su madre. Se trata sin lugar a duda de una vivencia que te toca la fibra sensible.
Ciertamente existe una cuestión ética, un debate de fondo. Por un lado, habrá algunos que lo contemplen como una experiencia positiva, que permita a la madre poder despedirse de su hija por última vez ya que incluso podría no haber tenido la oportunidad de hacerlo en vida, y ayudarla a superar el duelo. Por el contrario, habrá otros que se lo planteen como revivir una experiencia traumática, que quizás empeore el progreso alcanzado hasta el momento.
Sin embargo, voy más allá ya que todo esto me lleva a cuestionarme el nivel de realismo de la experiencia y la conexión alcanzada entre ambas. Desde mi punto de vista no es una conexión entre la madre y la hija, es una conexión de la madre con sus propios recuerdos. Viéndolo así me planteo lo siguiente: ¿hasta dónde puede llegar la inteligencia artificial?, ¿es capaz la inteligencia artificial de llenar ese vacío?.
Imagino que la conversación al fin y al cabo es consecuencia de un diálogo programado previamente, lo que me lleva a reflexionar sobre si algún día esa conversación pueda llegar a desarrollarse por sí misma, es decir, ¿llegará la inteligencia artificial a interpretar y comprender las emociones humanas y actuar en consecuencia?... Es posible que el día que esto suceda se habrá conseguido traspasar el alma humana, la “psique”, a un robot, algo que con certeza me crea intriga...
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