Coronavirus

La decisión más importante de Trump la tomarán los gobernadores

El presidente de EE UU se echa a un lado. Propone reabrir el país en tres fases sin calendario en los diferentes estados, lo que atiende las recomendaciones científicas y podría agilizar la toma de medidas

El Gobierno de Donald Trump presentó al fin su plan de “reapertura” económica y social. Un modelo que llega al tiempo que el presidente debatía con sus homólogos del G7, que le reprocharon las amenazas contra la Organización Mundial de la Salud, a la que EE UU acusa de falta de transparencia e, incluso, negligencia. Eso sí, países como Reino Unido y Francia han compartido las graves dudas de la Casa Blanca respecto a la información proporcionada por China.

En el terreno doméstico Trump opina que al menos 29 de los 50 estados del país están en condiciones de iniciar la reapertura en la primera de tres fases. Son unas recomendaciones respetuosas con los poderes de los gobernadores, a los que sitúa en el pescante. Uno de los primeros en recoger el guante ha sido Phil Scott, gobernador de Vermont, que, ha anunciado un plan para reabrir por fases el estado. Andrew Cuomo, gobernador de Nueva York, advierte de que el presidente y la Casa Blanca no pueden dejar en manos de poderes locales la coordinación de los tests, imprescindibles para tener un mapa real de la epidemia.

La guía del Gobierno federal atiende las recomendaciones de los científicos, enfrascados en el debate sobre cuándo y sobre todo cómo reabrir el país. Entiende como bastante probable que no habrá vacuna antes de un año. Incluso es posible que no esté disponible para toda la población, miles de millones de dosis, antes de 2022. Son previsibles nuevas olas pandémicas en 2023 y 2024. Y nadie sabe aún si el virus, una vez superado, genera anticuerpos capaces de crear inmunidad. Ni por cuánto tiempo.

Con todos esos elementos en mano, más las cifras del día, 672.293 casos confirmados en EE UU, 33.318 muertos en todo el país y 11.477 fallecimientos solo en la ciudad de Nueva York, la Casa Blanca subraya que será crucial corroborar en cada territorio la trayectoria descendente de enfermedades similares a la gripe reportadas dentro de un período de 14 días, así como los casos documentados de coronavirus.

Garantías previas

También es decisivo asegurar que los hospitales puedan tratar a todos los pacientes sin afrontar una nueva crisis de medios, desarrollar programas de pruebas para atender a los trabajadores de la salud en riesgo, incluidas pruebas de anticuerpos, que deberán facturarse por millones, multiplicar la capacidad de los laboratorios y disponer de planes específicos en caso de nuevos brotes.

Las autoridades locales y estatales deberán hilar fino, adaptando «la aplicación de estos criterios a las circunstancias locales (por ejemplo, áreas metropolitanas que han sufrido brotes graves de Covid, áreas rurales y suburbanas donde los brotes no han ocurrido o han sido leves)».

A partir de aquí el Gobierno establece tres períodos sucesivos para recuperar el pulso de un país atemorizado y una economía abrumada por las repercusiones de la pandemia en el tejido empresarial. En una primera fase todos los individuos considerados vulnerables deben seguir confinados. Aunque no está claro cómo protegerlos si otros miembros de la familia, con los que conviven, salen a la calle. En cualquier caso todas las personas, cuando estén en parques, áreas de recreo al aire libre, áreas de compras, etc., deben «maximizar la distancia física de los demás» y evitar las reuniones de más de diez personas si las circunstancias «no permiten un distanciamiento físico adecuado». En la medida de lo posible se alentará y estimulará el teletrabajo. El regreso a los puestos de trabajo físico será en fases. Seguirán cerradas las áreas comunes, «donde es probable que el personal se congregue e interactúe».

La Casa Blanca también aconseja minimizar los viajes no esenciales y, en caso de viajar, cumplir con las normas estipuladas por el Centro para el Control y Difusión de Enfermedades. Escuelas, guarderías, etc., seguirán cerradas. También seguirán prohibidas las visitas a hospitales a terceros, así como a las residencias de ancianos. Todos aquellos que interactúan con «residentes y pacientes deben cumplir con protocolos estrictos con respecto a la higiene». Los grandes espacios de reunión, como restaurantes, cines, espacios deportivos, gimnasios e iglesias, podrán operar bajo estrictos «protocolos de distanciamiento físico». Se reanudarán las cirugías electivas. Los bares seguirán cerrados.

Apertura progresiva

En un segundo momento, allí donde sea evidente que no hay rebrotes, los individuos vulnerables deben de continuar confinados y la gente con la que conviva deberá tomar todas las precauciones para «aislarse de los residentes vulnerables». En cuanto a los parques, áreas de recreo, supermercados, etc., se mantendrá la distancia física y el número de personas permitidas será ya de 50, siempre que sea posible observar las referidas medidas de precaución. Podrán reanudarse los viajes no esenciales, se seguirá alentando el teletrabajo, reabrirán las escuelas, guarderías y campamentos, y seguirán prohibidas las visitas a residencias y hospitales. Las aglomeraciones en restaurantes, cines, lugares deportivos, lugares de culto y etc, podrán «operar bajo protocolos moderados de distanciamiento físico», igual que los gimnasios, mientras que también reabrirán los bares, siempre que puedan operar con un aforo reducido cuando se estime necesario.

En la tercera de las fases, finalmente, los individuos considerados vulnerables podrán reanudar su vida más allá del confinamiento, aunque deben de seguir practicando el distanciamiento físico y minimizar la exposición allí donde no sea posible. Incluso la población de bajo riesgo ha de «considerar minimizar el tiempo que se pasa en entornos con mucha gente». En cuanto al trabajo se reanudará sin restricciones en los espacios físicos, así como las visitas a hospitales y residencias de ancianos. Restaurantes, cines, etc. podrán operar bajo «protocolos limitados de distanciamiento físico». Igual que los gimnasios si «cumplen con los protocolos estándar de saneamiento» y los bares, que podrán tener clientes de pie siempre que las autoridades sanitarias lo autoricen.