Brasil
El ministro de Justicia amenaza con abandonar a Bolsonaro
Sergio Moro, que juzgó a Lula, no comparte los cambios en la cúpula militar y la estrategia del presidente de Brasil contra el coronavirus
El presidente Jair Bolsonaro cada vez más solo, aunque lo que pareciera un suicidio tiene una estrategia clara: En tiempos de pandemia o todo o nada, solo quedarán a su lado los más leales. El virus funciona como “una purga” para él. Sin embargo esta baja podría dejar herido al mandatario, se trata del hasta ahora su comandante y buque insignia de la anterior campaña. La imagen de transparencia y mano de hierro que el líder de ultraderecha necesitaba a su lado. El ministro de Justicia del país, Sergio Moro, está a punto de renunciar a su cargo. Esto se debería al hecho que el presidente Jair Bolsonaro le anunció su intención de reemplazar al director general de la Policía Federal, Mauricio Valeixo, y esto generó malestar en el ex juez debido a que él había elegido a dicho oficial para ese puesto.
Bolsonaro informó al ministro que el cambio en la cúpula policial debía ocurrir en los próximos días. Moro, en desacuerdo con la intención de destituir a Valeixo, le respondió que renunciaría al ministerio si eso sucedía y el presidente entonces trató de revertir la decisión, según informaron ayer medios locales.
Mauricio Valeixo es un hombre de confianza del antiguo juez, quien elevó de manera significativa su perfil público al ponerse al frente de la mayor causa de corrupción de Brasil, conocida como Operación Lava Jato. Sin embargo, desde el año pasado Bolsonaro ha estado amenazando con cambiar el mando de la Policía Federal porque quiere tener un mayor control sobre sus acciones.
Por su parte Sergio Moro dejó su exitosa carrera de juez federal al aceptar la invitación de Bolsonaro a ser su ministro de Justicia con la promesa de que tendría plena autonomía. Sin embargo, desde que asumió en el cargo, ha tenido varios golpes y crisis de poder.
Durante la administración de Moro, la Policía Federal ha experimentado un clima de inestabilidad desde que el año pasado Bolsonaro anunció un cambio en el mando de la superintendencia de la agencia en Río de Janeiro y amenazó con cambiar al director general. En medio de la controversia, el presidente incluso citó a un delegado que asumiría el liderazgo de Río, pero fue rechazado por la Policía Federal, que dio a conocer otro nombre, el de Carlos Henrique de Oliveira, del círculo de confianza de la actual dirección. Después de meses de turbulencia, el delegado asumió el cargo de superintendente en diciembre.
Otro punto de quiebre en la relación de Moro con Bolsonaro fue el conflicto del mandatario con el ex ministro de Salud Luiz Henrique Mandetta por la respuesta al coronavirus.
De hecho Jair Bolsonaro se encontró aislado en una tensa reunión del gabinete a principios de abril que convocó en la residencia oficial del presidente brasileño para resolver la disputa con Mandetta, quien se opuso públicamente a su posición de reducir las restricciones de cuarentena para los 210 millones de habitantes de Brasil.
Con Mandetta firme en su postura, aun los colaboradores más cercanos de Bolsonaro no apoyaron su plan de relajar las reglas del coronavirus para mantener la economía en marcha, según dos fuentes con conocimiento de la reunión que afirmaron que ministros de alto rango, incluido el ministro de Justicia Sergio Moro, se pusieron del lado del titular de Salud en el imperativo de reforzar el distanciamiento social. En cualquier caso, no parece que Bolsonaro vaya a torcer el brazo.
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