Estados Unidos

Bannon, el ex estratega de Trump, se apropió de 1 millón de dólares de una campaña benéfica

El procesamiento por fraude de su ex "alma gemela" es solo el último caso que salpica al círculo del presidente, que parece sobrevivir a todos los escándalos a dos meses de las elecciones

El polémico ex asesor de Trump y jefe de estrategia de la Casa Blanca durante sus primeros siete meses de mandato, Steve Bannon, fue detenido el jueves y acusado de fraude junto a otras tres personas. Su implicación en la iniciativa ciudadana «construimos el muro», en referencia a la promesa electoral de Trumpa, le llevó a su detención por supuesto fraude en la captación de donaciones en línea para la construcción de una muralla fronteriza con México con fondos privados.

Bannon defendió su inocencia y fue puesto en libertad, tras varias horas de declaración y una fianza de 5 millones de dólares. Dicha iniciativa, que se puso en marcha con la finalidad de construir una barrera fronteriza «grande y bella» con el país vecino, recaudó cerca de 25 millones de dólares de donantes con el compromiso de destinarlo al 100% a ese proyecto de la Administración Trump.

Pero, según señaló en un comunicado la fiscal en funciones del distrito sur de Manhattan, Audrey Strauss, el ex asesor del presidente se habría apropiado de, al menos, un millón de dólares de la iniciativa. Por lo que la Fiscalía de Nueva York le acusa, tanto a él como a los otros imputados, de fraude y blanqueo al desviar supuestamente dinero de la iniciativa para cubrir gastos personales.

Bannon se convierte, así, en el último de una larga lista de aliados del presidente acusados de algún delito. Este nuevo escándalo, protagonizado por quien fuera cercano al mandatario incluso antes de convertirse en presidente de EE UU, podría salpicar al candidato republicano en el camino hacia su reelección, a falta de poco más de dos meses para las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.

Pero lo cierto es que, hasta ahora, ni un «impeachment» ha podido contra Trump. Tampoco numerosos escándalos, líos de faldas silenciados previo pago, grandes aliados suyos convertidos en enemigos acérrimos, interferencias rusas, guerras comerciales, crisis sanitaria y económica o múltiples amenazas al borde de conflictos bélicos. Qué podría venir después de todo eso resulta difícil de prever. Aunque nadie puede negar que esta última detención suma un nuevo precedente a la lista de cosas extraordinarias que sorprendentemente le han pasado por alto casi sin rozarle, pero que en un futuro podrían pasarle factura en las urnas.

Steve Bannon, quien además de asesor y jefe de estrategia de Trump fue también una de sus personas de confianza, participó activamente en la campaña electoral en el verano de 2016. Mucho tuvo que ver, de hecho, este ex marine, ejecutivo de medios y banquero de inversiones en el triunfo de Trump como presidente de Estados Unidos.

No les tomó mucho tiempo, al parecer, convertirse «en almas gemelas ideológicas. En una época en la que Trump soñaba con la presidencia de su país, pero era descartado como candidato (republicano) fiable, Bannon se lo tomó en serio y lo promocionó en su web de noticias», según contó Sam Nunberg, que trabajó para Trump como su asesor político hasta 2015.

Bannon ayudó a Trump a cumplir su propio sueño americano. Acompañó y asesoró al magnate en su carrera hacia la Casa Blanca con el metódico uso de «fake news», tan polémico como efectivo. Impulsor de movimientos en busca de un cambio global a través de los nacionalismos, su propio liderazgo en el portal de noticias Breitbart Newsle hizo apoyar de manera indiscriminada al ya elegido candidato republicano al difundir su mensaje de «America First», entre otros, contribuyendo al sorprendente logro de Trump. De magnate neoyorkino a presidente de EE UU.

Aunque siete meses de presidencia de Trump bastaron para romper el hechizo. El despedido de Bannon (aunque siempre aseguró que presentó su carta de renuncia) dejó en ambos un sabor agridulce. El presidente y su estratega estrella, quien con su varita mágica lo convirtió en presidente de Estados Unidos, pasaron del amor al odio tras ese 18 de agosto de 2017.

El mayor deterioro de la relación llegaría meses más tarde, con la publicación del libro «Fuego y Furia: dentro de la Casa Blanca de Donald Trump» del periodista Michael Wolff, en el que divulgó información desvelada por Bannon que causó la indignación del presidente.

El libro de Wolff describe a un inquilino de la Casa Blanca que no está preparado para el cargo, a lo que Trump respondió que Bannon había tenido «muy poco que ver» con su histórica victoria y que «se había vuelto loco» al perder su trabajo de asesor.

El rol de estratega de Steve Bannon, lejos de terminar con su salida de la Casa Blanca de Trump, le llevó más allá de las fronteras de Estados Unidos a influir en otros populares candidatos de ámbito internacional. Los dotes de persuasión del polémico ex asesor del presidente estadounidense han sido reutilizados para trabajar en otros países del mundo, con personajes destacados por sus métodos poco convencionales. Es el caso de Jair Bolsonaro en Brasil, Matteo Salvini en Italia o el Vox de Santiago Abascal en España, a quien, por cierto, un rotativo estadounidense lo llegó a definir como «el Trump de España».