Sucesos
El soldado caníbal que escapó de la horca y que inspira a los vecinos de Colorado
Organizó una expedición en busca de oro a través de las montañas de la que sólo sobrevivió el
Un soldado de la guerra civil norteamericana que confesó haberse comido a cinco hombres durante una expedición de montaña en Colorado en 1874 se ha convertido en un personaje querido y admirado más de un siglo después de su muerte y sus vecinos le han dedicado un libro de cocina, una cafetería e incluso pueden degustar una “ensalada caníbal” en un bed and breakfast llamado “Cannibal Cabins”.
La historia de Packer se remonta a 1842, año en el que nació en una zona rural de Pensilvania. Después de una infancia y una adolescencia normales para un chico de su edad, se alistó en el Ejército de la Unión después del estallido de la Guerra Civil. Sin embargo, fue liberado de sus funciones debido a la epilepsia que sufría y se dedicó a viajar por el Oeste, trabajando como cazador, peón de rancho y conductor de carretas.
A finales de 1873, Packer estaba cerca de Salt Lake City, Utah, cuando escuchó la noticia de un gran descubrimiento de oro en la actual Breckenridge, Colorado. Packer comenzó a se promocionarse como guía y convocó a un equipo de hombres que viajarían a través de las montañas de San Juan para encontrar oro. A pesar de que se acercaba el invierno, el grupo estaba ansioso por llegar para buscar el preciado metal. En febrero de 1874, la mayoría de los expedicionarios abandonaron pero un pequeño grupo de cinco personas, dirigidas por Packer continuaron su camino a pesar de las heladas y las fuertes nevadas.
Dos meses después, Packer llegó a Lake City y les dijo a los residentes que él era el único superviviente del grupo. Afirmó que sus compañeros habían quedado atrapados en una brutal tormenta de nieve y se habían congelado hasta morir. Nadie volvió a ver jamás a sus acompañantes, identificados como Frank Miller, Wilson Bell, James Humphreys, George Noon e Israel Swan.
Pero pronto comenzaron a surgir las sospechas sospechas después de que Packer comenzara a hacer grandes alardes de dinero, que presuntamente había robado de los bolsillos de los expedicionarios muertos.
Un mes después, Packer firmó una confesión en la que reconocía que decía que Humphreys había sido el primero en morir y que su carne había servido para alimentar al resto y asegurar su supervivencia. Además, continuó que el resto fueron muriendo uno a uno por causas naturales, con la excepción de Bell que según declaró, intentó dispararle con un rifle. Packer reconoció que lo mató pero alegó que fue en defensa propia.
Sin embargo, sus palabras no convencían a los investigadores, que estaban convencidos de que Packer había llevado a la montaña a a los hombres para matarles, asaltarles y deleitarse con su carne. El soldado caníbal fue encarcelado, pero logró escapar de la prisión antes de ser juzgado. Nueve años después, fue localizado y detenido en Wyoming y fue trasladado a a Colorado para someterle a juicio.
Finalmente, fue declarado culpable de asesinato con premeditación y se le condenó a morir en la horca. Pero solo tres días antes de la ejecución, los abogados encontraron un resquicio legal que sirvió para evitar la ejecución. Packer había sido juzgado bajo la ley de Colorado, pero el estado no existió oficialmente hasta 1876, dos años después de que cometiera los actos de canibalismo. Así que en octubre de 1885 la Corte Suprema de Colorado revocó la condena.
La noticia provocó una gran indignación en la época, pero con el paso de los años el sentimiento de la figura de Packer ha ido cambiando y ahora es considerado uno de los héroes locales. en parte gracias a la influyente columnista del “Denver Post”, Polly Pry, que escribió varios artículos en los que afirmaba que Packer no planificó los asesinatos, lo que ayudó a cambiar la opinión que tenía el público sobre él. Hasta tal punto de que cuando murió en 1907, muchas eran las voces que defendían su figura y que decían que había sido objeto de una cruel campaña de difamación.
Cuando fue condenado a la horca, el juez dijo: “Si bien la sociedad no puede perdonar, olvidará. A medida que los días van y vienen y los años de nuestra peregrinación pasan, el recuerdo de ti y de tus crímenes se desvanecerá de la mente de los hombres”.
Las palabras del juez no podrían haber sido más desacertadas y el caníbal confeso es una celebridad, cuyos crímenes han pasado a la historia de Colorado y su influencia es visible en varias partes del estado. La Universidad de Colorado Bolder ha abierto el Alferd Packer Grill, con el lema “Tenga un amigo para almorzar” y ha organizado un Alferd Packer Day anual, que incluye una “competición de lanzamiento de carne cruda”.
Además, uno de los creadores de “South Park”, Trey Parker, creó un musical sobre el caníbal mientras estudiaba en la universidad a principios de la década de 1990. Parker interpretó a Packer en la película de culto, que finalmente se convirtió en un musical teatral.
Además, la ciudad de Lake City también ha sacado tajada con un restaurante y un bed and breakfast nombrados en su honor, donde los visitantes pueden cenar una ‘ensalada caníbal’ en el Packer Saloon & Cannibal Grill, antes de refugiarse en “Cannibal Cabin”.
Pero no solo los habitantes de Colorado tienen un interés macabro en el criminal. ¡Ripley’s!, el museo “Believe It or Not” (Creételo o no) confirmó a The Denver Channel que tienen la cabeza momificada de Packer en su colección, pero no pueden explicar cómo la compraron.
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