Covid

Así cuenta una brasileña su cuarentena obligatoria en un hotel del Reino Unido

Maria Eugênia Oliveira es uno de los pasajeros provenientes de la lista de países de alto riesgo

Maria Eugênia Oliveira, en la habitación del hotel, en una imagen publicada en su cuenta de Instagram
Maria Eugênia Oliveira, en la habitación del hotel, en una imagen publicada en su cuenta de InstagramLa Razón

Una brasileña que ha viajado a Reino Unido desde su país natal, en la “lista roja” de los lugares considerados de alto riesgo por las nuevas cepas de covid, cuenta en Instagram cómo está siendo su cuarentena.

Maria Eugênia Oliveira, de 34 años, está subiendo historias contando su experiencia, desde el momento en que embarcó en el avión que la llevaría a Reino Unido, su llegada al lobby del hotel e incluso ofreció un recorrido por su habitación en el alojamiento de cuatro estrellas Radisson Blu Edwardian en Heathrow.

Maria Eugênia Oliveira, en la habitación del hotel
Maria Eugênia Oliveira, en la habitación del hotelLa Razón

Las nuevas reglas introducidas el lunes obligan a las personas que llegan a Inglaterra a permanecer en cuarentena en un hotel durante diez días a un precio de 1.750 libras si han estado en un país con un alto riesgo de Covid, como Portugal o Brasil.

En el aeropuerto de Heathrow, la monitora de gimnasio y el resto de pasajeros provenientes de los países de riesgo fueron separados de los demás para ser transportados al hotel. Ella asegura que el personal fue “muy amable y educado” y que se le pidió un formulario, su resultado negativo del test de coronavirus, pasaporte y una prueba de que vive en el Reino Unido. “En total, pasaron dos horas y media entre el momento en que aterricé y el momento en que llegué al hotel”, asegura. Allí fueron llevados a una sala de conferencias, donde recibieron un papel con todas las reglas a seguir durante su estancia, contraseñas wifi y los menús para todos los días que van a permanecer ahí. “Así que tenemos dos opciones para el desayuno, el almuerzo y la cena, una de ellas es vegetariana”.

La brasileña muestra la comida que reciben
La brasileña muestra la comida que recibenLa Razón

Una vez dentro de su habitación, la brasileña grabó el baño y miró dentro del armario donde encontró una tabla de planchar, plancha y secador de pelo. En un armario debajo del televisor encontró lo necesario para hacer té y café. Eso sí, “si no te gusta el café soluble, lo vas a pasar mal”, bromea con sus seguidores. También se alegra de haberse llevado en la maleta su propio gel de baño y su pasta de dientes. “Gracias a Dios los traje, en realidad no lo he preguntado, pero no he visto ninguno”.

Oliveira, en una de sus historias subidas a Instagram
Oliveira, en una de sus historias subidas a InstagramLa Razón

Oliveira también se pregunta cómo será la situación para aquellos que tienen niños pequeños, ya que nadie entra a la habitación a limpiar o a recoger la basura. “Si vais a estar en cuarentena con niños, traed juguetes que no pesen mucho y no ocupen espacio, o se pasarán los diez días pegados al móvil”, advierte.

El truco para soportar mejor la cuarentena

Arreglada para "engañar" al cerebro
Arreglada para "engañar" al cerebroLa Razón

¿Un truco para soportar mejor la situación? Engañar al cerebro. Ducharse, arreglarse, maquillarse, “como si fueras a salir a la calle”, sonríe. Aunque asegura que realmente su vida en la habitación de hotel no difiere mucho de la que llevan los ingleses desde noviembre, prácticamente confinados y con todo cerrado salvo farmacias y supermercados: “Aquí no es como en Brasil, donde la gente hace una vida casi normal, con ciertas precauciones”.

Oliveira muestra la maleta que le ha preparado su marido
Oliveira muestra la maleta que le ha preparado su maridoLa Razón

La brasileña interactúa con sus seguidores y les invita a hacerle preguntas, para ayudar a que el tiempo pase más rápido. Y por supuesto, no le faltan buenas palabras para su marido, que le ha preparado una maleta con todo lo necesario, desde sus frutos rojos favoritos, chucherías varias, cuatro botellas de vino, cápsulas de café, una cafetera, un ordenador portátil y hasta una bata. “Con esto me puedo quedar hasta un mes”, dice, haciéndose un café.

Las vistas brillan por su ausencia
Las vistas brillan por su ausenciaLa Razón

Eso sí, las vistas brillan por su ausencia, así como el sol, “que nunca sale aquí”.