Peñón

Londres envía un buque de guerra a Gibraltar

El patrullero apoyará a la OTAN en misiones especiales. Reino Unido presenta un plan de defensa para aumentar su influencia en todo el mundo

El acorazado HMS Trent
El acorazado HMS TrentLa RazónLa Razón

El Gobierno británico enviará un buque de guerra de la Royal Navy a Gibraltar que patrullará, por primera vez de forma permanente, como parte de su nueva estrategia de “Defensa en una era competitiva”.

Tras la presentación la semana pasada de la hoja de ruta de política exterior para los próximos diez años, donde ya se reveló que se aumentará en un 40% el arsenal nuclear, el responsable de Defensa, Ben Wallace, presentó en la Cámara de los Comunes los nuevos planes del Ejecutivo en esta materia para el Reino Unido de la era pos Brexit.

Estos pasan por mandar a finales de año un buque de guerra de la Royal Navy a patrullar en Gibraltar para apoyar las operaciones de la OTAN en el Mediterráneo, trabajar con socios del norte de África y apoyar las operaciones de lucha contra la piratería en el Golfo de Guinea frente a las costas de África Occidental.

La Armada británica ya intensificó su presencia en el Peñón en la recta final de las negociaciones del Brexit. Así, en noviembre del año pasado, el “HMS Kent”, una fragata de la clase Duke de 133 metros de eslora realizó “ejercicios de superficie con maniobras de alta velocidad” en aguas adyacentes a la Roca, de soberanía disputada.

La estrategia forma parte de la llamada revisión “Integrada de seguridad, defensa, desarrollo y política exterior del Gobierno”, concebida como la evaluación más radical desde el final de la Guerra Fría. Para muchos parlamentarios de las filas conservadoras, estos cambios están provocando que Reino Unido, una vez divorciado de la Unión Europea, esté en camino de ser “nuevamente” el centro geopolítico del planeta.

Menos soldados en 2025

Durante su comparecencia, Wallace anunció que el tamaño del Ejército se reducirá a 72.500 soldados para 2025 como parte de un movimiento de modernización hacia tecnologías de vanguardia, como los drones, robots e inteligencia artificial. No obstante, esto supone una reducción de hasta 10.000 soldados, dejándolo en su nivel más bajo desde hace 200 años, una medida que rompe la promesa electoral que el “premier” Boris Johnson realizó en las generales de diciembre de 2019.

La estrategia también pasa por la pérdida de algunos tanques y aviones, pero el Gobierno matizó que habría “más barcos, submarinos y patrulleros”. De hecho, la Royal Navy desplegará un “barco espía” para evitar que los submarinos rusos saboteen internet dañando cables submarinos en una nueva batalla del Atlántico. El nuevo barco de vigilancia oceánica de múltiples funciones (MROSS) estará en servicio en 2024.

El portavoz de Defensa de la oposición laborista, John Healey, criticó el plan señalando que no es una buena idea reducir el número de soldados a pesar del aumento de las amenazas que enfrenta Reino Unido.