Geopolítica

El jefe del comando central de EE UU avisa de la amenaza china en Oriente Medio ante la dejadez de Washington

Frank McKenzie alerta del riesgo de que Pekín y Moscú ocupen el vacío que está dejando la Casa Blanca, más preocupada por el control del Pacífico

El general Frank" McKenzie
El general Frank" McKenzieAlex BrandonAP

A medida que Estados Unidos reduce su presencia militar en Oriente Medio para centrarse en el desafío de China y Rusia en el este, aumenta el riesgo de darles a estos dos países la oportunidad de llenar el vacío y expandir su influencia alrededor del Golfo Pérsico. Así de categórico se mostró el principal comandante de Estados Unidos en la región, el general Frank McKenzie, quien dirige el Comando Central de EEUU.

McKenzie respondía así una pregunta que a menudo le hacen los líderes militares y políticos : ¿Sigue Estados Unidos comprometido con Oriente Medio? A todos les preocupa que el giro de Estados Unidos hacia Asia se traduzca en menos tropas, barcos y aviones en Oriente Medio para combatir a los grupos yihadistas respaldados por Irán. Si Estados Unidos tardara en responder cuando haya ataques a sus aliados en esta región, es posible que busquen ayuda en otro lugar, añadió el general.

“Oriente Medio es una zona de intensa competencia entre las grandes potencias. Y creo que a medida que ajustemos nuestra postura en la región, Rusia y China observarán muy de cerca para ver si se abre un vacío que puedan llenar“, dijo McKenzie a los periodistas que viajaban con él. “Creo que ven cómo Estados Unidos está cambiando de postura mirando a otras partes del mundo y sienten que puede haber una oportunidad allí”.

McKenzie afirmó que la venta de armas a los países de la región es una herramienta que tanto Moscú como Pekín pueden activar. Rusia, dijo, intenta vender sistemas de defensa aérea y otras armas a quien pueda, y China tiene un objetivo a largo plazo de expandir su poder económico y, en última instancia, establecer bases militares en la región.

En los pocos meses transcurridos desde que el presidente Joe Biden asumió el cargo, ordenó la retirada total de las tropas estadounidenses de Afganistán y comenzó a revisar la presencia de las fuerzas estadounidenses en Irak, Siria y en todo el mundo. Su administración está recortando el apoyo militar estadounidense a la ofensiva liderada por Arabia Saudí contra los rebeldes hutíes respaldados por Irán en Yemen, y el Pentágono ha trasladado barcos, fuerzas y sistemas de armas fuera de otros países de Oriente Medio.

Al mismo tiempo, sin embargo, Biden envió este mes a altos funcionarios de la administración a la región del Golfo para tranquilizar a sus nerviosos aliados mientras Estados Unidos busca reabrir las conversaciones con Irán sobre el acuerdo nuclear de 2015, que el expresidente Donald Trump descartó hace tres años. El esfuerzo por reiniciar las conversaciones con Irán genera preocupaciones en varias naciones de Oriente Medio, que dependen de Estados Unidos para mantener la presión sobre Teherán y sus campañas para financiar y suministrar armas a grupos militantes en la región.

La importancia del Pacífico

Pero existe una discusión en curso dentro del Pentágono sobre el envío de más activos al Pacífico para luchar contra una China en ascenso, por lo que los comandantes militares estadounidenses en todo el mundo, incluido McKenzie, pueden perder tropas y recursos como resultado. Esta jugada podría incluir buques de guerra como el portaaviones que ahora se encuentra en el Golfo, proporcionando seguridad para la retirada de Afganistán.

La administración Biden ve la influencia económica y el poder militar en rápida expansión de China como el principal desafío de seguridad a largo plazo de Estados Unidos. Los funcionarios americanos creen que Estados Unidos debe estar más preparado para contrarrestar las amenazas en Taiwán y China, en las islas artificiales en el Mar de China Meridional. Los comandantes militares advierten que la creciente asertividad de China no se limita a Asia. Pekín, sostienen, está buscando agresivamente puntos de apoyo en África, América del Sur y Oriente Medio. “Estoy completamente de acuerdo en que China debe la amenaza por la cual nos guiamos”, dijo McKenzie en la entrevista con los reporteros de The Associated Press y ABC News. “Al mismo tiempo, somos una potencia global y necesitamos tener una perspectiva. Y eso significa que tienes la capacidad de considerar el mundo como un todo“.

Preocupación en Arabia Saudí

En su reunión con s líderes saudíes, éstos se mostraron “muy preocupados” por la actual revisión de la postura militar de Estados Unidos, dijo McKenzie. El reino saudí está siendo bombardeado casi a diario por los rebeldes hutíes con misiles balísticos, misiles de crucero y pequeños drones. Y los líderes saudíes confían en Estados Unidos para que los ayude a defenderse.

McKenzie dijo que su mensaje para ellos fue que la cantidad de tropas y armas no es tan importante como la capacidad general del sistema integrado de defensa aérea y antimisiles de Estados Unidos y Arabia Saudí. Y en términos más generales, dijo, esa estrategia de hacer más en la región con menos presencia militar puede evitar que China y Rusia saquen provecho de cualquier vacío estadounidense. “Es posible que el número de tropas no sea el mismo que los cientos de miles que había en la región hace cinco o siete años, dijo, pero Estados Unidos tendrá presencia en la región”.