Análisis

“Los demócratas pagarán en las elecciones de mitad de mandato el desastre de la retirada afgana”

Jabeur Fathally, profesor del Departamento de Derecho de la Universidad de Ottawa, analiza para LA RAZÓN la caída de Kabul en manos de los insurgentes

El presidente de EE UU, Joe Biden, durante una rueda de prensa en la Casa Blanca, Washington
El presidente de EE UU, Joe Biden, durante una rueda de prensa en la Casa Blanca, WashingtonSHAWN THEWEFE

La llegada de los talibanes al poder después de 20 años de ser derrocados por los norteamericanos abre numerosas incógnitas tanto dentro del país centroasiático como en el exterior, en especial, Estados Unidos, como principal potencia en estas dos décadas. La Administración Biden asumió el acuerdo gestado por Trump para retirarse de Afganistán pero jamás contempló una subida tan rápido de los talibanes. Preguntamos al profesor de la Universidad de Ottawa sobre el espectacular ascenso de los talibanes y las consecuencias para la presidencia de Joe Biden.

-¿El derrumbe del Estado afgano ha sido tan rápido como parece?

-Las cosas no se derrumbaron en un día como pareciera. Los talibanes nunca capitularon en 2001 (pese a ser derrocados) y comenzaron a ganar terreno nuevamente a partir de 2010. Los estadounidenses iniciaron discusiones secretas con los talibanes en 2011. Estas discusiones se conocieron en 2014 y se materializaron en el Acuerdo de Doha entre Estados Unidos y los talibanes en febrero de 2020. Mientras tanto, los yihadistas han controlado más de la mitad del territorio afgano, pero todos estos hechos no han sido transmitidos con claridad por los medios de comunicación. No obstante, en mi opinión, la rápida caída de Kabul se puede explicar por cuatro factores. Primero: la caída y la falta de voluntad para combatir la corrupción del Ejército y las fuerzas del orden afganos que, tan pronto como los estadounidenses comenzaron a marcharse, abandonaron sus puestos. Segundo: la infiltración de este Ejército por parte de los talibanes y los servicios de inteligencia paquistaníes. Tercero: la asistencia militar e informativa brindada por los servicios de inteligencia paquistaníes. Cuarto y último: por reticencia y falta de un plan claro de retirada de los estadounidenses.

-En el catálogo culpas-fallos qué está primero: la corrupción, el modelo de territorial de las tribus, la falta de condiciones en la salida...

-La situación podría haber sido más caótica. Los talibanes se apoderaron de Kabul sin provocar un derramamiento de sangre. Ciertamente, hay miles de afganos que han invadido el aeropuerto para huir de los talibanes porque tienen una mala imagen y malos recuerdos de los barbudos y porque muchos de ellos trabajaron con los estadounidenses y las fuerzas de la OTAN. Por lo tanto, sus vidas corren peligro con la llegada de los talibanes, pero hasta ahora los insurgentes han logrado mantener el orden. Las cuestiones tribales y étnicas serán el verdadero desafío al que se enfrentan los talibanes. Estos son aspectos que pueden devolver a Afganistán a una guerra civil y enfrentamientos armados entre facciones rivales de los talibanes.

-¿Y cree que Biden se equivocó al plantear una salida incondicional de las tropas norteamericanas en Afganistán? ¿Cuál será el precio que va a pagar el el presidente de Estados Unidos por la caótica retirada?

-La pregunta es si tenía otra opción a parte de la de retirarse. Es una salida que fue decidida y acordada por sus predecesores. Desde la Presidencia de Obama, los estadounidenses han llegado a la conclusión de que no pueden quedarse en Afganistán. Es costoso. Desde mi punto de vista, la culpa de Biden no es el repligue en sí mismo, sino de la gestión de la retirada. Ha manejado muy mal la marcha del país. Esta apresurada retirada empañó una vez más la imagen de Estados Unidos y el Ejército estadounidense. Para el mundo, esta retirada confirma que Estados Unidos no tiene aliados, sino sirvientes que abandona a su suerte en cuanto cumple su misión. Es una falta de juicio político y una falta moral. Va a ser una mancha para la Presidencia de Biden e, incluso, después. Creo que Biden y los demócratas pagarán el precio de esta retirada en las próximas elecciones legislativas al Congreso de Estados Unidos.

-¿Quién debería asumir la culpa tras la toma de Kabul por los talibanes y de la reinstauración de un emirato islámico casi veinte años después?

-Obviamente, los principales culpables son los estadounidenses. Con ello me refiero a la clase política y militar y al grupo de expertos. Pero también el Gobierno afgano.