Afganistán
¿Qué fue de la bebé cuyo dramático rescate en el aeropuerto de Kabul conmovió al mundo?
Era 19 de agosto, una multitud de gente intentaba salir de Afganistán cuando una recién nacida fue elevada al cielo y recogida por los soldados de Estados Unidos, cruzando una valla de alambres
Los talibanes tomaron Afganistán el 15 de agosto, tras su llegada a Kabul y la conquista de todo el territorio en un mes en el que aprovecharon la retirada de las tropas de Estados Unidos y en el que obligaron a la comunidad internacional a retirar a sus ciudadanos. Pero entre tanta guerra, quizás el momento más esperanzador lo dio el dramático rescate de una bebé, recién nacida y en llanto, por parte de un marine, que se elevó todo lo que pudo para recogerla en brazos ante la desesperación que la multitud que temía por su vida y luchaba por huir del régimen del terror de los talibanes.
Era 19 de agosto. Han pasado 40 días desde ese momento que estremeció al mundo entero. “Lo único que pensé es en que era un marine y que mi hija estaría bien”, contó a CBS Hameed, el padre de la pequeña. Él estaba dentro del aeropuerto internacional Hamid Karzai cuando vio a su esposa y su recién nacida en el tumulto del perímetro, y le rogó al soldado estadounidense que la rescatara, como si fuera su propia hija.
Había trabajado con ellos durante cinco años, y para esa fecha, llevaba un mes viviendo en el aeropuerto, trabajando como intérprete de los marines estadounidenses en las tareas de evacuación y se había perdido el nacimiento de su hija, 16 días antes. Solo pudo hablar con su esposa, Sadia, por teléfono, y aquel 19 de agosto, le dio instrucciones para que huyera al aeropuerto. .”Recibimos información de que la gente estaba siendo asesinada o desaparecida. Por mi afiliación al ejército, sabía que mi casa sería la siguiente. No era cuestión de ‘si’, sino de ‘cuándo’”
En medio del caos en el aeródromo, Hameed vio a su familia desde el otro lado de la valla y observó como intentaban pasar la puerta. “La bebé moriría aplastada”, decía, sin la esperanza de que pudieran pasar. “Me dijo que lo único que podía hacer era levantarla por encima de la alambrada, pero que podría lastimarse. Le dije que me arriesgaría. Prefiero que se haga daño a que muera”, dijo.
Era la primera vez que sostenía a su hija. Solo fueron dos minutos, pero esos 120 segundos a él le supieron a gloria. Ya no solo porque había tenido contacto con ella, sino porque le había salvado la vida. Con él agarrado a las piernas del Marine, Hammed levantó a Liya por encima de la barrera, lo suficiente para que llegara a los brazos del Marine, quien la alzó para que no contactara con los alambres del muro.
Por su parte, su esposa, Sadia, se había desplomado de agotamiento antes de llegar a la puerta del aeropuerto. A Hammed le faltaba ayudarla a ella, y con horas de retraso, Sadia pudo pasar por la puerta y la familia se reunió mientras se preparaba para su vuelo de evacuación.
La familia lograría deshacerse del caos, huir de la tragedia y reunirse en el Aeropuerto de Kabul. Fueron salvados, y la vida le dio otra oportunidad. Ellos consiguieron evitar las agresiones de los talibanes, quienes agredían salvajemente a los que querían ser evacuados. Después de todo el desastre, se puede decir que fueron unos afortunados.
“Creo que fue muy cautivador ver lo que realmente estaba sucediendo. Una cosa es que los políticos salgan en la televisión y digan lo bien que están las cosas. Otra cosa es lo que ocurre sobre el terreno, y cuando puedes verlo con tus propios ojos”, dijo sobre el impacto que causó el rescate de su hija.
El padre anunció que pondrán a la pequeña “Marine” de segundo nombre, en honor a los soldados que la rescataron de Afganistán. “Si me volviera a encontrar con ese Marine, le daría un abrazo. Literalmente salvó la vida de mi hija”.
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