Pobreza
Venden niños por 400 euros en Afganistán porque sus familias no pueden salir adelante
La llegada de los talibanes ha aumentado la pobreza en el país asiático y los padres tienen que vender a sus hijos para poder subsistir
En una crisis humanitaria que se ha agravado en los últimos meses con la llegada de los talibanes al poder, niños están siendo vendidos en Afganistán por 400 euros. El hambre ha generado que las familias vendan a sus hijos para poder comer.
Es una situación dura para las familias que preocupa y que ha ido empeorando desde agosto, cuando los talibanes tomaron el poder. Los padres no quieren hacerlo, pero no les quedan otra opción si quieren subsistir. Por lo general, son familias de clase media que después de años de bonanza, ahora están al límite.
Aumento de la pobreza
Durante estos últimos meses, el número de personas que se registran en el país para tener asistencia humanitaria ha aumentado un 70%, tal y y como indica la Organización de Servicios Sociales y Bienestar Social afgana Ehsas.
Los talibanes prometieron repartir 66.000 toneladas de trigo, pero ni siquiera han pagado los sueldos de unos 500.000 empleados desde que llegó al poder. Un informe de la ONU establece que 23 millones de personas afganas, más de la mitad de la población de Afganistán se enfrentará a una inseguridad alimentaria a partir de noviembre.
HRW denuncia los abusos del “manual contra el vicio” empleado por los talibán en las provincias afganas
Las administraciones locales de los talibanes en las provincias del país actúan según un “manual contra el vicio” que impone unas políticas de abusos y discriminación mucho más duras que las, ya de por sí incompatibles con el derecho Internacional, aplicadas en la capital, Kabul, según ha denunciado la ONG Human Rights Watch (HRW).
Este manual procede del llamado Ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio e incluye ciertas protecciones a la población discriminada que los talibán están ignorando de manera sumaria para centrarse en los aspectos más restrictivos, añade la organización.
Las mujeres y las niñas siguen siendo los principales objetivos de esta cartera, intocable durante el régimen talibán que duró desde 1996 a 2001 y restaurada el 7 de septiembre en lugar del Ministerio para Asuntos de la Mujer. Su manual instruye a los líderes religiosos que eduquen a la población masculina en la figura del “mahram” o acompañante, la única figura masculina a la que las mujeres podrán enseñar el rostro.
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