Rearme en Asia
Las nuevas imágenes de los 300 silos nucleares que China construye a una velocidad “sin precedentes”
Científicos estadounidenses difunden fotos de satélite en las que aparecen los nuevos almacenes para proteger proyectiles
Hace dos semanas el mundo entero supo del lanzamiento experimental de un misil hipersónico chino. En julio fue el hallazgo de más de 200 silos secretos cavados cerca de Hami en la parte oriental de la región de Xinjiang, para almacenar ojivas nucleares. Y ahora, un nuevo informe de la Federación de Científicos Estadounidenses (FAS, por sus siglas en inglés) revela la magnitud de estas construcciones, situadas a más de 2.000 kilómetros de Pekín y diseñadas para lanzar misiles con carga atómica. El documento avisa de que la acumulación nuclear de China no tiene precedentes, confirmando las recientes declaraciones del general de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, John Hyten, quien alertó de que “China superará a Rusia y Estados Unidos si no hacemos algo para cambiarlo”.
Los silos de misiles son una excavaciones en forma de pozo que sirven para almacenar proyectiles y tienen dos funciones, tanto la de protegerlos como la de lanzarlos. Las imágenes de satélite comerciales de Maxar Technologies y Planet Labs analizadas por FAS ofrecen algunas de las imágenes más detalladas hasta ahora de tres campos de silos de misiles sospechosos, donde los chinos parecen estar construyendo aproximadamente 300 nuevos silos de misiles.
El informe explica que este número excede la cifra de silos de misiles balísticos intercontinentales operados por Rusia. Pekín cuenta además con más de 100 lanzadores de misiles balísticos intercontinentales móviles por carretera. Todo ello lleva a los científicos de la FAS a concluir que el país liderado por Xi Jinping superará su capacidad de misiles balísticos intercontinentales a la de Rusia y Estados Unidos en el futuro.
Una de las instalaciones más singulares en construcción es un gran complejo que incluye lo que parecen ser tres grandes tubos paralelos incrustados en trincheras y conectados a edificios a través de tubos más pequeños. Los túneles subterráneos conectan los tres tubos, que podrían cubrirse con tierra. Hasta ahora, este tipo de instalación se ha encontrado en los campos de silos de misiles de Hami y Ordos, pero aún no en Yumen. “Se desconoce la función de estas dos instalaciones, pero podría estar relacionada con el almacenamiento o manejo con clima controlado de componentes frágiles de misiles u ojivas, o con la función de búnker de mando”, dice el documento.
El gobierno chino aún no ha confirmado ni negado oficialmente que las instalaciones en construcción sean silos destinados a misiles, pero desde Estados Unidos existe la sospecha de que el rival asiático sigue trabajando a toda velocidad para reforzar su estrategia de disuasión nuclear. “Según las características que podemos examinar en las nuevas imágenes de satélite, estamos cada vez más seguros de que las instalaciones son silos de misiles e instalaciones de apoyo en construcción”, relata el documento.
Estos silos aún no están operativos, pero cuando entren en funcionamiento podrán ser usados como plataformas para realizar ataques. La FAS asegura en su informe que se ha observado “un progreso casi semanal en la construcción de silos sospechosos, así como instalaciones únicas descubiertas que parecen destinadas a respaldar operaciones de misiles una vez que los campos de silos se vuelven operativos”.
El Pentágono estimaba el año pasado que Pekín disponía de un arsenal de 200 ojivas nucleares, una cifra revisada por la FAS, que apunta que son 350 ojivas las que posee actualmente Pekín, una cantidad en cualquier caso muy inferior a las 3.800 ojivas que EEUU ha reconocido recientemente en una hoja informativa del Departamento de Estado en la que se informa que 1.357 de ellas se desplegaron hasta el 1 de marzo. El informe del FAS afirma que la creación de 250 nuevos silos sacaría a China de la categoría de “disuasión mínima”. Matt Korda y Hans Kristensen, autores del informe, afirmaron que la acumulación de silos no es mínima y parece formar parte de una carrera armamentística nuclear que aleja a Pekín de su histórico objetivo de mantener una estrategia nuclear basada en la disuasión mínima.
En el pasado, las autoridades del gigante asiático han defendido que China no utilizará armas nucleares a menos que sea atacada primero, y que sus fuerzas nucleares se mantienen en “el nivel mínimo necesario para salvaguardar la seguridad nacional”. De momento, el informe de la FAS sostiene que “los aparentes campos de silos de misiles aún están a muchos años de estar en pleno funcionamiento y queda por ver cómo China los armará y hará funcionar”.
El creciente músculo militar de China y su impulso para acabar con el predominio estadounidense en Asia-Pacífico están sacudiendo al sistema de defensa estadounidense. El Pentágono tiene varios frentes abiertos con respecto a su rival asiático: el arsenal nuclear en expansión, sus avances en el espacio, las tecnologías cibernéticas y de misiles y las amenazas a Taiwán. “El ritmo al que China se mueve es asombroso”, dijo el general John Hyten, ex comandante de las fuerzas nucleares estadounidenses.
Está en juego un cambio potencial en el equilibrio de poder global que ha favorecido a Estados Unidos durante décadas. Los expertos creen que un realineamiento más favorable a China no representa una amenaza directa para Estados Unidos, pero podría complicar las alianzas estadounidenses en Asia. En las próximas semanas, pueden surgir nuevas señales de cómo el Pentágono tiene la intención de lidiar con el desafío de China a partir de las revisiones de la política de la administración Biden sobre armas nucleares, base de tropas globales y estrategia de defensa general.
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