Cuerpo de élite

Cómo es la “semana infernal” para entrar en los Navy SEAL en la que ha muerto un soldado de EEUU

Fallece un soldado durante las pruebas de selección para entrar en este cuerpo de élite de las Fuerzas Armadas de EEEUU

Esta foto del 4 de mayo de 2020 proporcionada por la Marina de los EEUU muestra a los candidatos SEAL participando en una "inmersión en el surf" durante el entrenamiento básico de demolición submarina/SEAL (BUD/S) en el Centro de Guerra Especial Naval (NSW) en Coronado, California.
Esta foto del 4 de mayo de 2020 proporcionada por la Marina de los EEUU muestra a los candidatos SEAL participando en una "inmersión en el surf" durante el entrenamiento básico de demolición submarina/SEAL (BUD/S) en el Centro de Guerra Especial Naval (NSW) en Coronado, California.Foto: APAgencia AP

El soldado estadounidense Kyle Mullen, de 24 años, aspirante a convertirse en unNavy SEAL(la élite de los grupos de fuerzas especiales de Estados Unidos), murió este viernes horas después de completar una extenuante prueba física dentro de la denominada “semana infernal” o “hell week”. Un compañero suyo, cuyo nombre no ha sido revelado, tuvo que ser hospitalizado en condición estable a causa de una enfermedad desconocida. Ninguno de los dos soldados estaba participando activamente en pruebas físicas cuando comenzaron a sufrir síntomas, según informó la Marina de EEUU. No es la primera vez que un soldado sufre un accidente o muere durante las exigentes pruebas de entrenamiento para ingresar en los Navy SEAL.

La semana infernal o “hell week” en la que ha muerto Kyle Mullen es el momento culminante del denominado entrenamiento básico de demolición submarino (BUD/S, en sus iniciales inglesas), una de las pruebas más duras para quien quiere ingresar en el mismo cuerpo que llevó a cabo la operación en la que murió Osama Bin Laden. Durante cinco días y medio de entrenamiento, los aspirantes no pueden dormir más de cuatro horas y tienen que aguantar pruebas físicas extremas con frío y lluvia. En este tiempo llevan a cabo acciones submarinas y de supervivencia así como otras tácticas de combate. Esta prueba se realiza en la cuarta semana de formación, cuando los candidatos están siendo evaluados y esperan ser seleccionados para recibir entrenamiento dentro del Comando de Guerra Especial Naval.

¿Por qué estás pruebas son tan duras? Antes de realizar una gran inversión de dinero en los futuros soldados de élite, el Ejército de EEUU quiere examinar la resistencia física, la fortaleza mental, la tolerancia al dolor y al frío de los candidatos, así como su trabajo en equipo, la actitud y su capacidad para realizar el trabajo sometidos a un alto estrés físico y mental, todo ello unido a la falta de sueño. En muchas ocasiones se incluye durante este proceso la noche infernal o “hell night”, que consiste en 24 horas de brutales ejercicios con combates mano a mano, peleas con machetes y misiones fluviales nocturnas.

Solo el 25 % de los candidatos logran pasar la “hell week”, considerada el entrenamiento más duro en las Fuerzas Armadas de EEUU. Los psicólogos aseguran que aquellos que superan con éxito este desafío no son necesariamente los más fuertes o los que a priori presentan unas condiciones físicas sobresalientes, sino quienes manifiestan un deseo mayor de pertenecer a este cuerpo de élite.

El Ejército de EEUU asegura que siempre se respeta la seguridad personal de los aspirantes durante el proceso selectivo y que en todo momento hay personal médico para atender posibles emergencias y atender a los soldados exhaustos.

De momento se desconoce la causa de la muerte del marine que participaba en la “semana infernal”, por lo que aún continúa la investigación. Tanto el soldado fallecido como el que está hospitalizado enfermaron solo unas horas después de completar la prueba que finaliza la primera fase de evaluación y selección. La Marina explicó que ninguno de los dos soldados había sufrido accidente o incidente inusual durante los cinco días previos al examen físico.

Mullen se unió a la Marina en marzo de 2021 y se presentó al proceso de selección de los Navy SEAL en julio. Había sido un jugador de fútbol americano primero en el equipo Manalapan High School y después en la Universidad de Yale.

El último candidato SEAL que murió durante la fase de evaluación fue el marine James Derek Lovelace, de 21 años, en 2016. Estaba luchando por mantenerse a flote en una piscina gigante cuando su instructor lo empujó bajo el agua al menos dos veces. El soldado perdió el conocimiento y murió. Su muerte fue inicialmente declarada homicidio por el médico forense del condado de San Diego. Un año más tarde, después de una investigación, la Marina dijo que no presentaría cargos penales por el ahogamiento de Lovelace. Una autopsia reveló que tenía un corazón dilatado, lo que contribuyó a su muerte, y que también tenía una arteria coronaria anormal, que se ha asociado con muerte cardíaca súbita, especialmente en atletas.

La muerte Kyle Mullen se produce solo dos meses después de que un comandante de los Navy SEAL muriera a causa de las lesiones que sufrió durante un accidente de entrenamiento en Virginia. El comandante Brian Bourgeois, de 43 años, se cayó mientras descendía por la cuerda rápida de un helicóptero y murió varios días después.

El número de unidades de los Navy SEAL es tan reducido que todos ellos saben muy bien que entrarán en acción tarde o temprano.