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Opinión

Torpeza en México

Querer separar a dos pueblos es un ensayo de puro autoritarismo

Las recientes declaraciones del presidente mexicano que abundan en contra de España y de los españoles revelan un profundo desconocimiento de la realidad histórica y actual y, asimismo, expresan una honda y simple torpeza en las relaciones internacionales. Nada de lo que ha dicho López Obrador es acertado y, además, se trata de expresiones que provienen únicamente del ámbito del rencor.

Pretender separar a pueblos y personas como se deduce de las palabras del líder mexicano es un ensayo de puro autoritarismo y camina en dirección contraria a las excelentes relaciones que existen entre España y México y también entre sus pueblos. Una vez más, nos debemos enfrentar a los postulados inconsistentes de quienes propagan las políticas del enfrentamiento y quienes, con intención, se alejan de los marcos de cooperación.

Lo mejor que puede expresar la humanidad es la aproximación entre pueblos distintos, algo que resulta todavía más sencillo cuando se trata de colaborar entre quienes tienen un pasado común y un futuro compartido.

La diplomacia española, de manera firme, debe desconocer las elucubraciones de quienes buscan la confrontación, eso sí, con una sólida y férrea defensa de los intereses nacionales. La perspectiva universal y humanista que siempre ha distinguido y definido a España debe permanecer vigente y sería la mejor prueba de que existen visiones más correctas que las que propaga López Obrador.

En el siglo XXI, España y México deben estar más unidos que nunca y, por lo tanto, deben instaurar un entramado político y jurídico de cooperación en sectores tan relevantes como la economía, las nuevas tecnologías y la cultura. Es seguro que los dos países y, sobre todo sus ciudadanos, alcanzarán un mejor grado de bienestar mediante la cooperación.

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