Yihadismo

Rusia en el Consejo de Seguridad de la ONU: “la postura de Occidente en Malí es una forma más de neocolonialismo”

La reunión de este lunes ha estado marcada por un cruce de acusaciones entre Rusia, Malí y el resto de miembros de la mesa

Consejo de Seguridad de la ONU
Consejo de Seguridad de la ONUJohn MinchilloAgencia AP

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se reunió este lunes con el objetivo de prorrogar la misión de mantenimiento de la paz en Malí (MINUSMA) por un año más. Esta reunión ha transcurrido en un momento donde la inestabilidad de Malí ha alcanzado máximos históricos, mientras que la nueva dinámica de alianzas del gobierno de Bamako (que ha expulsado a las tropas francesas desplegadas en el marco de la Operación Barkhane de lucha antiterrorista para abrazar una nueva colaboración con Rusia y el grupo de mercenarios Wagner) hace peligrar el cumplimiento de los derechos humanos en el país africano. Recordamos que MINUSMA está considerada como la misión más mortífera de la ONU hasta la fecha, con más de 170 cascos azules fallecidos en ataques violentos.

Últimos datos sobre Malí

El último informe emitido por la ONU confirma que la salida de tropas francesas y de otras fuerzas internacionales contribuirá a crear bolsas de inseguridad que probablemente sean aprovechadas por los movimientos yihadistas armados. A esto habría que añadirle el aumento de la violencia a manos del Estado Islámico del Gran Sáhara (ISGS por sus siglas en inglés) en las regiones de Gao y Ménaka, que ha resultado en cientos de muertes y el desplazamiento de 32.000 nuevos civiles en los últimos meses.

Los sucesos ocurridos desde enero en el panorama internacional también han afectado a las relaciones entre MINUSMA y las autoridades malienses. El Representante Especial del Secretario General de la ONU en Malí, el mauritano El-Ghassim Wane, criticó recientemente las restricciones de movilidad que el gobierno de Bamako ha impuesto a las tropas de MINUSMA, especialmente en el centro del país, que es donde se están llevando a cabo el mayor número de operaciones realizadas por el Ejército maliense en colaboración con el Grupo Wagner. Estas restricciones incluyen zonas de prohibición de vuelos (que impiden las tareas de inteligencia y de vigilancia fundamentales para el traslado de tropas de la ONU) e incluso la denegación de permisos de patrullas para las tropas de tierra. La autoridades malienses también han impedido la rotación de 2.480 efectivos procedentes de siete países de África Occidental, supuestamente como respuesta a las sanciones que la CEDEAO ha impuesto a Malí desde el pasado mes de enero. Estas sanciones se deben a los retrasos injustificables llevados a cabo por el coronel Assimi Goita (que accedió a la presidencia del gobierno tras un golpe de Estado en 2021) a la hora de completar la transición democrática del país. Goita confirmó la semana pasada que no convocaría elecciones hasta dentro de dos años, desoyendo todos los consejos ofrecidos por la CEDEAO, la ONU y la Unión Europea.

Zona conflictiva en Malí a mediados de junio.
Zona conflictiva en Malí a mediados de junio.Antonio Cruz

El último informe cuatrimestral de la división de derechos humanos de MINUSMA, que comprende las fechas entre el 1 de enero y el 31 de marzo de 2022, muestra que los grupos terroristas han cometido el mayor número de abusos (410 contabilizados) mientras que los abusos cometidos por las propias fuerzas de seguridad malienses han alcanzado la cifra récord de 320 en el primer cuatrimestre del presente año, frente a las 31 ocurridas en las mismas fechas de 2021. Se reconoce que la mayoría de los afectados pertenecen a la etnia fulani. Estos números no incluyen el incidente sucedido entre el 27 y 31 de marzo en la aldea de Moura, dado que MINUSMA no tuvo permitido el acceso a la zona para llevar a cabo una investigación de lo sucedido. Diferentes fuentes señalan que entre 200 y 500 personas fueron ejecutadas en Moura a manos de las Fuerzas Armadas de Malí (FAMA) y contratistas privados.

Rusia critica la “doble moral” de Occidente...

Wane inauguró la reunión reiterando la importancia de desarrollar un proyecto democrático en Malí que sea creíble y duradero, a la vez que lamentó la “falta de confianza” de algunas potencias occidentales ante la hoja de ruta delimitada por el gobierno provisional de Assimi Goita. Asimismo, recordó que las bases de la ONU sobre el terreno suponen en ocasiones las únicas “zonas seguras” a las que pueden dirigirse los más de 360.000 desplazados internos movidos por el conflicto yihadista, las consecuencias económicas del coronavirus y la sequía que sufre el Sahel en estos momentos. Los números, confirma, son alarmantes: 7.5 millones de personas precisan de ayuda urgente en Malí frente a las 5.9 que se contabilizaron en 2021, y se espera que esta cifra suba a los 9 millones para el mes de agosto (casi el 50% de la población del país). Y sin embargo, solo se ha conseguido recaudar un 11,5% del presupuesto requerido de 686 millones de euros para hacer frente a la situación.

Mientras los miembros occidentales de la mesa reiteraban la importancia de la ONU en Malí y abogaban por una mayor colaboración entre las tropas de MINUSMA y las FAMA, en esta reunión han podido entreverse las dinámicas de amistades y enemistades que hace meses que mantienen en vilo a la comunidad internacional. Frente a las críticas de Francia y Ghana por la lentitud del proceso democrático, los representantes de China y Rusia han repetido que “los problemas africanos deben solucionarse a la manera africana”, pero ha sido la representante de Rusia la que ha utilizado un vocabulario más mordaz. En su intervención ha calificado los 24 meses impuestos por Goita para la transición democrática como un “compromiso óptimo” que debe ser aplaudido, mientras que ha señalado la reticencia de Occidente ante la presencia rusa en Malí como “una forma más de neocolonialismo” además de un claro ejemplo de “doble moral”, haciendo alusiones constantes a la intervención occidental en Libia en 2011. La creación de una fuerza internacional para combatir el terrorismo en Malí (Operación Takuba) es, según la representante rusa, “una forma de injerencia ejecutada sin el permiso del gobierno maliense y que solo contribuye a la inestabilidad del país”.

Manifestantes malienses portan una pancarta donde puede leerse "Putin, el camino al futuro", en septiembre de 2020.
Manifestantes malienses portan una pancarta donde puede leerse "Putin, el camino al futuro", en septiembre de 2020.larazonAgencia AP

En cuanto al asesinato de civiles a manos de las FAMA y del Grupo Wagner, Rusia aseguró que apenas se trata de una campaña de desinformación promovida por los mismos agentes que perjudican a Moscú en el campo de batalla europeo, a la vez que recordaba la presencia de mercenarios, no ya rusos, sino de todas las nacionalidades, a lo largo de todo el continente africano. En definitiva, apoyó la permanencia de MINUSMA por un año más con la posibilidad de revisar su continuidad dentro de seis meses, aunque no ha recomendado cambios en la estrategia ni el desarrollo de nuevos proyectos aparte de los que ya están en marcha.

… apoyada por Malí

El Ministro de Exteriores maliense, Abdoulaye Diop, estuvo presente en la reunión y no dudó en agradecer a MINUSMA sus esfuerzos en los últimos años, aunque destacó que “los resultados no han cumplido con las expectaciones formuladas por el pueblo maliense”. En cuanto a las objeciones impuestas a las patrullas de cascos azules señaló que solo se trataban de restricciones de movilidad que afectan a toda la región y a todos los que habiten en ella, ya sean locales o extranjeros, y que las limitaciones aéreas se levantarán cuando se cumplan los requisitos de colaboración exigidos por las FAMA. Abdoulaye Diop añadió que “el Consejo de Seguridad debe ayudarnos y no generar nuevos problemas”.

Haciendo uso de un discurso nacionalista y panafricanista apeló a la soberanía maliense para tomar decisiones que afecten a su territorio, refiriéndose a la expulsión de las tropas francesas, y señaló que Malí “ha decidido tomar las riendas de su destino”. Negó cualquier implicación del Grupo Wagner en Malí diciendo que “no sabe nada de ellos”. A su vez agradeció a Argelia y a la Federación Rusa la ayuda prestada en materias de cooperación entre Estados y reiteró el derecho del gobierno de Bamako de escoger sus socios según crea conveniente.