El tribunal constitucional tailandés insta a Prayut a poner fin a sus ocho años de mandato

El primer ministro tailandés, Prayut Chan-o-cha, que logró sobrevivir a cuatro mociones de censura parlamentarias, ha sido suspendido de sus funciones mientras el Tribunal Constitucional decide si ha alcanzado el límite de su mandato de 8 años. El principal partido de la oposición tailandesa ha exigido que el aguerrido primer ministro renuncie a su cargo.

El Tribunal falló el miércoles por 5:4 y ordenó al general golpista de 2014 que cese en sus responsabilidades como primer ministro mientras el tribunal delibera sobre el contenido de la súplica que 172 miembros de la oposición habían presentado la semana pasada y enviado al tribunal el lunes. La petición fue presentada basándose en el artículo 158 de la Constitución de 2017, que establece que ningún primer ministro puede permanecer en el poder durante más de 8 años.

Esta medida implicaría que el viceprimer ministro, Prawit Wongsuwan, asumirá el papel de primer ministro interino por ser el segundo funcionario de mayor rango.

El general Prawit, famoso por haber sido investigado al haber omitido la declaración de 25 relojes de lujo con los que había sido fotografiado, incluido un Richard Mille RM29 de 90.000 dólares. Este alegó que tomó prestados todos los relojes de un ex compañero de clase ya fallecido y que posteriormente los devolvió.

También por haber volado a Hawái con todo su séquito para una reunión en 2016 que costó a los contribuyentes 21 millones de baht (630.000 dólares). El auditor general de Tailandia, el general Pisit Leelavachiropas, le absolvió en agosto de 2016 de cualquier irregularidad en el fastuoso vuelo chárter a Hawái, que incluyó una factura de 17.200 dólares por una cena a bordo.

Se trata de un viceprimer ministro considerado frágil, que es además líder del partido Phalang Pracharath (PPRP), y dirigente del gobierno de coalición del que el general Prayut fue primer ministro.

La medida del Tribunal no supone la retirada del gabinete del líder golpista de 2014, ya que, conforme a la ley, puede seguir siendo ministro de Defensa, función que no está sujeta a límite de mandato.

El ex juez del Tribunal Constitucional Charan Pakdeethanakul aseguró el martes que el tribunal podría tardar hasta 2 meses en pronunciarse sobre esta cuestión. Tras el fallo, el organismo deberá ofrecer a Prayut la oportunidad de presentar sus argumentos, y este proceso podría durar entre una y dos semanas, según Charan.

No obstante, a lo largo de sus años en el poder, el mandatario de 68 años ha demostrado ser un astuto estratega, gestionando revisiones constitucionales a través de tribunales maleables para diseñar un aparato gubernamental aparentemente hermético, neutralizando a los partidos de la oposición y sobreviviendo a varias votaciones de censura en la Asamblea Nacional mediante el reparto de favores a partidos escindidos ávidos de poder.

La noticia complacerá a los centenares de manifestantes antigubernamentales, que se concentraron el martes en el Monumento a la Democracia de Bangkok antes de la sentencia judicial para pedir su dimisión, y se espera que las protestas continúen durante el fin de semana.

Los partidarios del líder argumentan que el reloj de su gobierno comenzó cuando se instituyó la Constitución de 2017, o incluso después de las elecciones generales de 2019. Si el tribunal se atiene a este criterio, el presidente podría seguir gobernando hasta 2025 o 2027, en caso de que gane las elecciones generales que se celebrarán en marzo.

El ex jefe del ejército llegó al poder por un golpe militar que destituyó al gobierno democráticamente elegido de Yingluck Shinawatra. Dirigió el régimen de la junta durante cinco años y continuó como primer ministro tras las elecciones nacionales de 2019. Bajo su estricto mandato, el reino registró sus peores resultados económicos en 30 años y su gobierno también se ha enfrentado a las críticas por su gestión de la pandemia.

Las concentraciones pro-democráticas organizadas por los jóvenes en Bangkok en 2020 atrajeron a decenas de miles de personas en su momento álgido, y una de las principales demandas del movimiento era que Prayut dimitiera.