UE
El cerebro del “Qatargate” planeaba pasar Año Nuevo en un lujoso hotel de Marraquech pagado por Rabat
El Parlamento Europeo presenta hoy su plan para mejorar la transparencia de la institución
Poco a poco van conociéndose más detalles sobre el escándalo de sobornos bautizado como “Qatargate” que sacudió los cimientos de la Eurocámara poco antes de las vacaciones navideñas. Aunque el rostro de esta trama es el de la ya ex vicepresidenta de la Eurocámara Eva Kaili, todo indica que el verdadero cerebro es el ex eurodiputado italiano Antonio Panzeri y que la ramificación alauí precedió a la qatarí, a pesar de que en los medios de comunicación haya tenido más eco la segunda.
Panzeri permaneció tres legislaturas en la Eurocámara hasta 2019 y formó parte de la delegación de relaciones con el Magreb. La Policía italiana arrestó a su mujer a su hija en Bérgamo y está pendiente ahora su extradición a Bélgica. Las dos mujeres de la familia poseían una tarjeta de crédito en la que recibían transferencias del misterioso emisor llamado “gigante” , además de regalos del embajador marroquí en Polonia, Abderrahim Atmoun.
En el domicilio de Panzeri se encontraron 600.000 euros y según el rotativo británico “Financial Times”, en julio de 2022 los servicios de inteligencia belgas habían colocado cámaras en su domicilio. En una grabación, los investigadores descubrieron 50.000 euros en sobres, con la imagen de Santa Claus, que Panzeri pensaba entregar al líder sindical Luca Visentini para su campaña como presidente de la asociación internacional. Visentini ha sido excarcelado y que niega que este dinero en metálico constituyera un soborno.
Pero esto solo puede ser la punta del iceberg de una madeja que se va enredando y mostrando nuevas ramificaciones, ya que las relaciones de Panzeri con Marruecos datan de 2011, cuando ya mantenía contactos con miembros de la representación marroquí en la capital comunitaria. Esta información ya fue adelantada por el rotativo belga “Le Soir” y ahora el o “Financial Times” aporta nuevos datos. Según esta última publicación, Panzeri comienza este año su relación con Atmoun ya que este era el representante marroquí de la comisión parlamentaria conjunta con Marruecos de la que Panzeri era el presidente por parte europea.
Ya en 2010 el eurodiputado italiano defendió mas fondos para Rabat y votó a favor del acuerdo comercial y pesquero con Marruecos. Antes de su detención, Panzeri y su familia tenían previsto pasar Año Nuevo en el hotel de lujo de Marraquech La Mamounia, que una vez alojó a Winston Churchill. Todo a cargo de las autoridades del reino alauí.
“Le Soir” ya adelantó hace unas semanas que para que Panzeri no fuera percibido como promarroquí, acordó con las autoridades alauíes que en un viaje al país se incluyera una parada en los campos de refugiados saharauis de Tinduf. Pero esta trama no solo involucra a Panzeri. La Justicia belga también ha pedido la retirada de la inmunidad parlamentaria para el eurodiputado belga Marc Tarabella –cuyo domicilio también fue registrado- y el italiano Andrea Cozzolino. Los dos, al igual que Panzeri y Kaili, pertenecientes al Partido Socialista, que ya ha anunciado su personación como acusación particular ante los tribunales belgas.
El Parlamento Europeo debe comenzar, a la vuelta de las vacaciones navideñas, el proceso de suplicatorio, el mismo modus operandi utilizado para el levantamiento de la inmunidad del ex president Carles Puigdemont. Esto incluye una votación en la comisión de Asuntos jurídicos y su posterior ratificación en sesión plenaria.
Este escándalo ha supuesto un cataclismo para la institución. Según ha adelantado el digital “Político”, se espera que este jueves la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, presente un plan de 14 puntos en la conferencia de presidentes. Entre las medidas para aumentar la transparencia, se incluirá la prohibición de estar involucrado en cualquier actividad de lobbying durante los dos años posteriores a haber dejado el escaño y la obligación de registrar las reuniones con cualquier grupo de presión para todos los eurodiputados, asistentes o funcionarios. Actualmente tan solo se exige esto último a los presidentes de comisión o los ponentes de un informe.
Además, cualquiera que represente a un país no europeo deberá estar también estar incluido en el registro de transparencia. Nadie duda de que éste es el mayor escándalo de la Eurocámara en toda su historia y en la burbuja comunitaria se teme que este caso de corrupción acabe dando munición a las fuerzas euroescépticas.
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