Política

Estado Islámico

A la caza de John, el «Beatle» yihadista

El verdugo del periodista James Foley procede de un distrito deprimido del este de Londres. El integrista lidera en Siria una célula terrorista encargada de los secuestrados occidentales. Londres estima que la mitad de los 500 combatientes británicos en la zona ya ha regresado

A la caza de John, el «Beatle» yihadista
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LONDRES- El autor del vídeo del grupo terrorista Estado Islámico (EI), cuyas imágenes han dado la vuelta al mundo, se ha convertido en el principal objetivo de los servicios de inteligencia a ambos lados del Atlántico. El audio, donde se le escucha amenazar a Estados Unidos con un perfecto acento inglés antes de decapitar a su víctima, fue analizado ayer minuciosamente por los expertos. Todo indica que podría proceder del este de Londres, una de las zonas más pobres de la capital británica y con una importante comunidad islámica.

Las autoridades no revelaron su nombre, pero el rotativo «The Guardian» ofreció un detallado perfil gracias a las declaraciones de otro rehén que, afortunadamente, sí pudo ser liberado. El extremista se llama John, es un joven educado, inteligente y con ideas muy radicales. «Es un devoto creyente de los principios islámicos», reveló dicha fuente. El periódico también añadió que el verdugo de James Foley, que había sido capturado en Siria en 2012, es el líder de otros tres yihadistas ingleses encargados de custodiar a cautivos occidentales. El grupo se hace llamar los «Beatles». El asesino podría ser el mismo hombre que negoció desde Al Qaeda la liberación de once rehenes turcos a comienzos de año. El equipo tecnológico utilizado en el vídeo procede de Occidente y, aunque los programas actuales pueden facilitar el trabajo a los servicios secretos para poder identificar al asesino, según el ex director del MI6 Richard Barrett, luego pueden existir «grandes problemas» para que pueda ser llevado ante la Justicia.

Los orígenes del militante del EI han causado una verdadera conmoción en Reino Unido, un país con 2,7 millones de musulmanes. Los servicios secretos ya advirtieron el año pasado de que los extremistas de origen británico se habían convertido en su prioridad. Mientras que el año pasado, 25 personas fueron arrestadas al querer salir del país para combatir en Irak o en Siria, sólo en la primera mitad de 2014, el número detenciones ha ascendido a 69.

A pesar de los controles, alrededor de 500 británicos lograron escapar para combatir. Las autoridades señalan que la mitad podría haber regresado a suelo británico y ahora temen que el vídeo les inspire para perpetrar sus propios ataques. En un comunicado publicado ayer por Scotland Yard, se advertía que todo aquel que viera, descargara o difundiera las imágenes de la ejecución sería perseguido y podría ser procesado por terrorismo. El director del Centro Internacional de Radicalidad del prestigioso King's College, Peter Neumann, insistió en que haber elegido a este terrorista para la ejecución «precisamente con este acento» no era ninguna casualidad. Según el experto, se trataba de un acto muy meditado para causar un mayor impacto en Occidente. «El mensaje es claro: si nos bombardeáis, vamos a por vosotros», especificó.

Al margen de la ofensiva iraquí

Sin lugar a dudas, los últimos acontecimientos han puesto más presión sobre David Cameron para unirse a la misión militar de EE UU en Irak. Pero el primer ministro insistió en que no quería meter al Reino Unido en otra guerra. En declaraciones a la BBC, recalcó que «la estrategia seguía siendo la de ayudar al nuevo Gobierno iraquí para asegurarse de que los kurdos obtengan las armas que necesiten para luchar contra estos militantes extremistas brutales». «Seguiremos trabajando con nuestros aliados y pondremos a su disposición todo lo que tenemos. Pero la prioridad es mantener a nuestro país seguro», recalcó. La misión, seguirá siendo por tanto humanitaria, pero no se descarta mandar tropas británicas para entrenar a las fuerzas iraquíes. El Gobierno también baraja endurecer las medidas antiterroristas para poder retirar el pasaporte a sospechosos. El año pasado se retiraron 23 para evitar dejar salir a ciudadanos británicos que podían unirse a las filas de EI. Pero los expertos insisten en que lo más importante es trabajar directamente con las comunidades para impedir que los jóvenes se radicalicen. En este sentido, Iqbal Sacranie, asesor del Consejo Musulmán, señaló que los británicos de todas las comunidades del país deben trabajar para que los jóvenes sean «seducidos». «Parar la cultura 'yihadista-cool' es el verdadero desafío. Éste es un problema que nos afecta a todos y sólo se tratará de manera eficaz si trabajamos juntos en esto».

Por su parte, el secretario de Justicia de Estados Unidos, Eric Holder, anunció ayer que su Departamento había iniciado una «investigación penal» sobre el asesinato de Foley. «Los que hayan cometido tales actos tienen que entender algo. Este Departamento de Justicia, este Departamento de Defensa, esta nación... Tienen buena memoria y nuestro alcance es muy amplio. No vamos a olvidar lo que pasó, y la gente tendrá que rendir cuentas», reiteró. Holder también ofreció sus condolencias a la familia del periodista. «Fue desgarrador ver a sus padres, que mostraron una compostura que, desde mi perspectiva, es casi incomprensible. Y mi corazón está con ellos», dijo en alusión a la declaración pública que los padres hicieron tras anunciarse la veracidad del vídeo.

En primera línea

- Dirige a los «Beatles», la célula de tres yihadistas británicos que custodia a los rehenes occidentales en Siria.

- John negoció este año la liberación de once turcos.