Terrorismo yihadista
Al Qaeda se “renueva” y se ofrece para encabezar la lucha que acabe con todas las democracias
Critica que la juventud se dedique a jugar al fútbol en vez de luchar en la yihad
Nada más y nada menos que “resolver todos los problemas humanos y rechazar todas leyes coercitivas como la democracia” y de paso aconsejar a la juventud que se dedique a “jugar al fútbol en vez de luchar en la yihad”.
Al Qaeda pretende convertirse en el gran referente del yihadismo mundial tras la derrota y así lo pone de manifiesto en su nueva revista, “One Ummah”, en cuyo primer número publica un extenso artículo el cabecilla de Al Qaeda Central (AQC), Ayman Al Zawahiri, en el que aboga por la unidad y no la destrucción de los que considera desviados de la línea adecuada de lucha. No pierde la ocasión para atacar a los Estados Unidos y sus aliados, así como a los judíos, a los que considera los grandes enemigos que impiden la implantación del Islam a nivel mundial.
La nueva revista sustituye a “Inspire”, que no se publicaba desde agosto de 2017, en un número en el que anunciaban ataques contra las vías férreas y entrevistaba al cabecilla de la franquicia en el Magreb
Islámico, Abdelmalek Droukdel, Abu Musad Abdelwalud.
“Debemos lograr la dominación islámica de lo que hoy es la ocupación sionista; el foco de la lucha es contra América y sus aliados, que combaten al Islam y su gente, violando las santidades de los musulmanes y saqueando su riqueza. Los objetivos son los faraones de América, los cruzados y sus aliados”.
Zawahiri, al referirse a los yihadistas que no son de Al Qaeda, especial los de Daesh, señala que “nos esforzamos por adherirlos a nuestra querida nación islámica y mantenernos unidos, mientras les aconsejamos que identifiquen las mejores maneras de enfrentar los peligros que se avecinan y que defiendan las calamidades que estamos atravesando. Creemos que la división de nuestra nación en estados nacionales estrechos es lo que nos ha debilitado”.
“¿Tenemos el coraje de nuestro viejo jeque?”, se pregunta al referirse a Osama Bin Laden. “Nos dijo: hemos ganado algunas batallas y hemos perdido nuestra guerra”. “Al final, esto requiere meditación, sopesar los pros y los contras antes de cualquier operación y luego averiguar cuál es lo más conveniente”.
“Estamos comenzando una nueva fase para corregir algunos de los errores –agrega Zawahiri-- para restaurar la confianza. Hay muchos que han perdido la fe en los muyahidines, y siguen aumentando”.
“La solución es sacar a la nación (musulmana) de su desgracia, y vamos a seguir acercándonos a nuestros hermanos, con literatura, cultura y actividad intelectual; Y conciencia de grupo de base de la jihad.
Nuestro objetivo es la satisfacción de Dios. Nuestra mayor esperanza es tener éxito con los demás. La entrega de nuestra nación para alcanzar su racionalidad jihadista, el surgimiento de su conciencia intelectual y la madurez de su comprensión política”, agrega en un esfuerzo de “moderación” que choca con el reconocido fanatismo de los yihadistas contra todo lo que no sea el Islam en la interpretación que ellos quieren.
“Guiar a la humanidad en general con sabiduría y buena exhortación a la luz del Islam y los medios de paz. Buscamos difundir la fe en la causa del Islam y sus hechos; y la grandeza de su legislación y realidad. Sus nobles principios y su capacidad para resolver los problemas. Resolver todos los problemas (bajo el Islam) humanos y rechazar otras leyes coercitivas como la democracia”, agrega.
Critica con ferocidad los encuentros del Papa Francisco con imanes, a los que califica de “profetas en las puertas del infierno.
También a la dinastía Saud, que gobiernan Arabia Saudi, por su colaboración con EE.UU, en contra de todas las revoluciones populares contra los agentes del enemigo. Sus regímenes autoritarios y los
hechos se revelaron más cuando Bin Salman, el príncipe heredero de Riad, salió con toda insolencia. Su imagen actual es un país de línea dura”.
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