Elecciones en Egipto
«Al Sisi es capaz de unir a los egipcios. Necesitamos a alguien como él»
Hisham Zaazou / Ministro de Turismo
Todo apunta a que esta semana, el viceprimer ministro y ministro de Defensa de Egipto, el mariscal Abdel Fatah al Sisi, presentará formalmente su candidatura. Hisham Zaazou, ministro de Turismo y miembro de su gabinete, aplaudiría el paso, pues su país necesita unidad.
-Egipto ha entrado en el tercer año tras la revolución, ¿qué futuro espera para su país?
–Soy muy positivo. Los egipcios quieren un futuro constructivo, una situación económica mejor, libertad de expresión y democracia. Estamos construyendo nuestra democracia otra vez con una base mejor. No un Gobierno teocrático como el de Mursi, sino uno secular en el que se separen los asuntos religiosos de los del día a día. En suma, un país moderno propio del S. XXI, con una buena economía diversificada entre el turismo, la agricultura y el consumo –al ser más de 85 millones de habitantes–, por lo que esto puede ser el principio de un buen periodo. La libertad se logrará a través de nuestras nuevas instituciones: elegiremos presidente y Parlamento.
-¿Finalmente el general Al Sisi se presentará como candidato esta semana?
–Me encantaría. Aunque sé que en España y en otros países europeos estáis un poco sensibles con el hecho de que un hombre del Ejército asuma el poder, y que hiciera lo que hiciera el 30 de junio, y lo tacháis de golpe de Estado. No fue un golpe de Estado militar, fue la voluntad del pueblo, 30 millones de personas se echaron a las calles y él se puso de su parte. Y eso es democracia y legitimidad. No te puedes aferrar al poder si 30 o 40 millones de personas están en contra. Por lo que Al Sisi respaldó al pueblo y ahora es miembro del Gobierno. Lo veo una vez a la semana en la reunión del Gabinete. Y sé cómo piensa. No piensa como un hombre del Ejército, piensa como un egipcio. Y eso es muy importante. No quiere quedarse el puesto, ésa no es su motivación. Además, tiene buenas ideas para recuperar la economía.
-¿Votaría por Al Sisi?
-Sí, a esto le respondo como egipcio y no como ministro. Porque le he visto cómo trabaja y necesitamos a alguien como él. Una persona de decisión, con las ideas claras, honesta, creíble y verdadera. Pero también porque la mayoría de los egipcios quiere que sea él. Si sale él elegido, nos salvará de muchos problemas, porque muchos egipcios le apoyan. Sin embargo, si son otros los candidatos, volveremos a ver que la mitad de la población está a favor de uno, la otra mitad con otro... Estamos en un periodo en el que necesitamos unidad. No podemos perder otros tres años de divisiones, pérdida de tiempo, inestabilidad y manifestaciones. Tenemos que volver al trabajo. Por lo que creo que Al Sisi lo puede lograr.
-Me imagino lo difícil que habrá sido ser el ministro de Turismo durante este verano con los desmantelamientos y muertes en julio y agosto. ¿Ha sido el peor para la industria?
-Septiembre fue el peor mes de los últimos 30 años. Tuvimos un 90% de bajada, sobre todo por las advertencias negativas, las recomendaciones a no viajar. Tuve que trabajar muy duro, entrevistarme con muchos ministros de Exteriores, incluido al español. Les señalé que no era justo que pusieran un genérico: «No viajar a Egipto». Porque, de hecho, desde que comenzó la revolución, ningún incidente ha sido en contra de extranjeros. Es un asunto interno, es entre egipcios. Fue el peor periodo, pero hoy hablando con usted me siento optimista. He viajado por la UE, que es muy importante para nosotros, pues significa el 73% del negocio turístico. -Usted también fue el ministro de Turismo de Mursi, ¿gusta a todos porque pone el Turismo por encima de todo? Aun así he leído que presentó su dimisión porque no estaba de acuerdo con el candidato islamista propuesto como gobernador de Luxor.
-Vengo de esta industria, llevo más de 30 años trabajando. Estuve en el sector privado y luego en el público. Conozco este sector. No sólo pongo el turismo por encima de todo, también la ética. Cómo es posible que se elija a un gobernador, que puede que no hiciera nada él mismo, pero que sí estaba convencido y era parte de un grupo que masacró a 58 turistas en 1997 y otros seis egipcios. Mi conciencia no podía aceptar eso. Además Luxor es una zona turística, no podía lidiar ni dar la mano a alguien que cree y pertenece al grupo que hizo eso. Dijo que había cambiado, pero yo no lo pude aceptar en mi mente y en mi conciencia. En segundo lugar porque, ¿qué mensaje estábamos lanzando al mundo si lo aceptábamos? ¿Acaso nos da igual lo que os ocurra? Esto era un insulto a los que perdieron la vida aquel 17 de noviembre. No podía aceptarlo y me planté y le pedí la dimisión al presidente. Si él no se va él, me voy yo. Y cuatro días después, él se fue. Es una cuestión de principios. Y me gustaría contarle que unas semanas después, volví a pedir la dimisión por el movimiento del 30 de junio y otros tres ministros se unieron a mí. Había más de 26 millones de firmas que pedían al presidente Mursi que abandonara o que convocara elecciones. Por lo que, lo que me guía son los principios.
-Después, ¿usted continuó? ¿Fue el único?
- Otro ministro y yo.
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