Historia

El país del mundo que ha estado cerca de ser invadido por media Europa, pero nunca ha logrado ser colonizado

Ninguno de las grandes potencias de Europa o imperios colonizadores ha conseguido invadir este territorio o amenazar su independencia

España y otros países de Europa trataron de colonizar o asentarse en muchos territorios del mundo en la época de la colonización
España y otros países de Europa trataron de colonizar o asentarse en muchos territorios del mundo en la época de la colonizaciónDreamstime

Durante los siglos que duró la época colonial, muchos de los países europeos invadieron, se asentaron o colonizaron otros territorios que hoy en día son estados soberanos e independientes. No solo de África (repartida entre varias potencias) o América (principalmente por la Monarquía Hispánica), sino también por Asía y Oceanía, a dónde llegó Francia, Reino Unido y también en España. Pero en el Sudeste Asiático hay un país que, por los siglos de los siglos, logró aguantar sin ser colonizado, siendo el único de la región en conseguirlo.

Si bien son muchos las naciones de Asia que nunca lograron ser colonizadas por europeos, como Japón, China o Corea (ambas), el caso de Tailandia es más que peculiar, al tratarse del único de todo el Sudeste Asiático en el que las distintas naciones o imperios de Europa no impusieron su soberanía, a pesar de que durante los siglos XIX y XX hubo una notable presencia europea en el territorio.

La era actual de la Tailandia que hoy conocemos empieza a finales del siglo XVIII, aunque todavía era conocida como Siam (su nombre previo) y no sería reconocida como "Tailandia" hasta tiempo después. Conocida como "la Tierra de las Sonrisas", combina templos budistas dorados, playas paradisíacas, selvas exóticas y una cultura profundamente espiritual y hospitalaria.

Por qué Tailandia es el único país del Sudeste Asiático que nunca ha sido colonizado por europeos: una historia inédita en el mundo

La razón principal radica en su política exterior, pues a lo largo de la historia, este país ha tenido gobernantes hábiles que con una política de neutralidad, no agresión y distintos acuerdos lograba evitar que los países europeos (en especial Francia y Gran Bretaña, los que más se extendieron por Asia) no colonizaran su territorio.

Tailandia (o Siam), en sí, ha sabido siempre jugar con equilibrio con los intereses de cada uno de los imperios colonizadores o países que han buscado su ampliación. Por ejemplo, durante la Guerra Fría, trato de impedir la expansión del comunismo, uniéndose a Estados Unidos y otros territorios aliados del país norteamericano. Sin embargo, a finales del siglo XIX, había establecido relaciones diplomáticas con Rusia para evitar la expansión de Francia.

Su política exterior ha sido descrita como "bambú que se dobla con el viento", un término extendido a nivel internacional y que ha venido a significar que es adaptable y pragmática. En el siglo XIX, los monarcas de la dinastía Chakri, especialmente el rey Mongkut (Rama IV) y su hijo el rey Chulalongkorn (Rama V), implementaron reformas que hacían presentarse ante el mundo como una nación organizada, civilizada y a la vanguardia, de tal manera que dificultaba los argumentos expansionistas de las principales potencias.

En una época en la que Gran Bretaña (Birmania o Malasia) y Francia (Laos, Camboya y Vietnam) estaban bajo soberanía europea, Tailandia funcionaba como un estado tapón al estar entre medias. Pero pudo sacar tajada de su posición geopolítica, lo que consiguió que británicos y franceses (y el resto del mundo) aceptaran la independencia siamesa.

No obstante, a pesar de no ser colonizada, sí que es cierto que tuvo que ceder algunas partes de su territorio original para lograrlo, de tal forma que algunas de sus regiones periféricas fueron sacrificadas para conservar su autonomía, manteniendo la monarquía como símbolo de unidad nacional y preservando su núcleo de poder, lo que ayudaba a evitar una ocupación total.