EE UU

El atentado que cambió la historia: cómo el intento de asesinato impulsó el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca

Se cumple un año del atentado que dio un vuelco a la contienda presidencial a favor del candidato del Partido Republicano

FILE - Republican presidential candidate former President Donald Trump is surrounded by U.S. Secret Service agents at a campaign rally, July 13, 2024, in Butler, Pa. (AP Photo/Evan Vucci, File)
Trump PaintingASSOCIATED PRESSAgencia AP

Hace exactamente un año, el 13 de julio de 2024, un hecho insólito sacudió la política de Estados Unidos y reconfiguró el rumbo de la contienda presidencial: el intento de asesinato de Donald Trump durante un mitin en Butler, Pensilvania.

Lo que en su momento fue una noticia impactante se convirtió en un evento definitorio no solo para el entonces expresidente, sino para el país entero. La manera en que Trump reaccionó a ese atentado, su narrativa posterior y la percepción pública que despertó, jugaron un papel crucial en su regreso a la Casa Blanca.

La violencia política no es ajena a la historia estadounidense. Cuatro presidentes han sido asesinados en el ejercicio de sus funciones -Abraham Lincoln, James Garfield, William McKinley y John F. Kennedy- y todos los presidentes modernos han sido objetivo de intentos de asesinato o amenazas serias. Sin embargo, ningún intento fallido había tenido un impacto político tan profundo como el ataque a Trump en Butler.

El ataque ocurrió cuando Thomas Matthew Crooks, un joven de 20 años, disparó ocho veces desde un tejado a unos 150 metros del escenario donde Trump hablaba. El republicano, quien en ese momento lideraba la candidatura de su partido, fue herido de forma leve: una bala le rozó la oreja, provocándole una herida sangrante que no pasó a mayores. La respuesta inmediata de Trump fue tan dramática como simbólica: con sangre en el rostro, se levantó tras ser protegido por los agentes del Servicio Secreto y levantó el puño mientras gritaba "¡Fight! Fight! Fight!" (¡Lucha! ¡Lucha! ¡Lucha!).

El ataque dejó también una víctima fatal: Corey Comperatore, un bombero de 50 años, esposo y padre de familia, perdió la vida, y dos personas más resultaron heridas. El agresor fue abatido en el lugar por un francotirador del Servicio Secreto.

Donald Trump: "Estoy aquí solo por la gracia de Dios Todopoderoso

Este episodio, que pudo haber terminado en tragedia nacional, se convirtió en un punto de inflexión en la carrera política de Trump. Su resiliencia, su actitud desafiante y su apelación al destino divino calaron hondo en la opinión pública.

En su discurso de aceptación en la Convención Nacional Republicana, realizada pocas semanas después en Milwaukee -casualmente a tres calles del lugar donde Theodore Roosevelt sobrevivió a un intento de asesinato en 1912-, Trump se presentó como un hombre protegido por la gracia divina. "Estoy aquí solo por la gracia de Dios Todopoderoso", proclamó, con una venda blanca cubriéndole la oreja herida.

Trump capitalizó su supervivencia como símbolo de fortaleza y propósito. La narrativa de haber sido "salvado" por la intervención divina o el destino reforzó entre sus seguidores la idea de que su liderazgo era inevitable. Pero el impacto no fue solo emocional. En términos políticos, el atentado revitalizó una campaña que ya empezaba a inclinarse a su favor.

Trump Butler Anniversary
Trump Butler AnniversaryASSOCIATED PRESSAgencia AP

En contraste con un presidente Joe Biden debilitado por un pobre desempeño en el debate presidencial del 27 de junio -un momento que sembró dudas sobre su agudeza mental y capacidad para un nuevo mandato-, la imagen de un Trump combativo, resiliente y aparentemente indestructible captó la atención incluso de votantes indecisos y sectores que habían permanecido escépticos.

El respaldo de figuras clave como Elon Musk y Mark Zuckerberg tras el atentado consolidó aún más su posición. El día mismo del ataque, Musk anunció públicamente su apoyo a Trump, un gesto que fue interpretado como una señal de que incluso sectores tecnológicos y empresariales estaban listos para darle otra oportunidad. Los votantes masculinos, en particular, parecieron responder con entusiasmo a la imagen de virilidad y resistencia que proyectó Trump: según el Pew Research Center, logró imponerse entre los hombres por 12 puntos porcentuales, una mejora notable respecto a 2020 cuando el voto masculino estuvo dividido.

Un atentado convertido en capital electoral

Incluso en el ámbito comercial, Trump supo explotar el simbolismo del atentado. Su línea limitada de zapatillas deportivas, con su imagen ensangrentada impresa en los laterales y vendida a 299 dólares, se agotó en días. Posteriormente, su equipo lanzó un perfume titulado "Fight Fight Fight", aludiendo directamente a las palabras que pronunció al levantarse tras el ataque. Lejos de ocultar el episodio, el ahora presidente lo ha integrado a su marca personal, al punto que en la Casa Blanca, una pintura colgada en el vestíbulo muestra el instante en que se levanta ensangrentado, con el puño en alto. El retrato oficial de Barack Obama fue desplazado para hacerle espacio.

El atentado en Butler fue, en muchos sentidos, un catalizador. Sin él, el curso de la elección de 2024 podría haber sido distinto. Al sobrevivir y convertir el ataque en el eje de su campaña, Trump no solo ganó las elecciones: redefinió una vez más el manual político estadounidense, demostrando que en un país donde el espectáculo y la política convergen, incluso un intento de asesinato puede transformarse en capital electoral.