Japón

Aterrizaje milagroso de un avión con 400 pasajeros envuelto en llamas en el aeropuerto de Tokio tras chocar con otra aeronave

El Airbus A350 colisionó con un avión de la guardia costera nipona cargado con suministros que iba a ayudar a las víctimas del terremoto

En los primeros compases del año 2024 Japón ha sido sacudido por un devastador terremoto, una alerta de tsunami y ha presenciado la brutal colisión de dos aviones que desencadenó un incendio de proporciones alarmantes. En el dramático incidente aéreo del martes, un Airbus A350-900 de Japan Airlines con 367 pasajeros y 12 tripulantes a bordo se estrelló contra otro avión al aterrizar en el Aeropuerto Haneda, en Tokio. El impactante embate provocó que ambos aparatos estallaran en llamas sumiendo la pista en un caos infernal, y, tras confirmarse el fallecimiento de 5 tripulantes de la guardia costera japonesa, de desencadenó una escena devastadora que evocó preguntas sobre la seguridad aérea en el país asiático.

El aeropuerto de la capital japonesa fue testigo, a las 17:47 hora local, de la impactante catástrofe aérea, mientras el Airbus de Japan Airlines y un Bombardier Dash 8-300 de la Guardia Costera Japonesa chocaron provocando una explosión masiva y el cierre completo del aeródromo. Las causas del incidente se están investigando.

El de Japan Airlines, registrado como JA13XJ y entregado en noviembre de 2021, realizaba un vuelo doméstico desde el Aeropuerto New Chitose en Sapporo, y según los videos de seguridad y del aeropuerto, estaba ejecutando una aproximación rutinaria a la pista 34R cuando, al tocar tierra, se produjo una terrible explosión. En ese momento perdió el tren de aterrizaje delantero y se deslizó envuelto en llamas hasta detenerse en la mitad de la pista. En un acto heroico, los aterrorizados pasajeros y la tripulación lograron evacuar la aeronave tratando de mantener la calma y utilizando los toboganes de emergencia. Este trágico suceso marca la primera vez que un Airbus A350 sufre una pérdida total del casco desde su entrada en servicio en 2014.

Por otro lado, la Guardia Costera japonesa informó que el turbohélice Dash 8-300MPA se disponía a despegar en Haneda con destino a la Base Aérea de Niigata con suministros para ayudar a la zona afectada por el terremoto de magnitud 7,6 que sacudió Japón el lunes. Tras desaparecer, se reportó que cinco de sus tripulantes fallecieron y el capitán sobrevivió.

El Ministerio de Infraestructuras, Transporte y Turismo declaró que está investigando el desafortunado incidente. "Nunca había oído hablar de una colisión de tal magnitud en un aeropuerto de Japón", aseguró el analista de aviación Yoshitomo Aoki,. "Los sistemas de control aéreo del mundo están diseñados para evitar accidentes, siempre que los controladores aéreos den las instrucciones correctas y los pilotos las sigan", explicó el experto.

Según la aplicación Flightradar24, sobre las 18.00 hora local se cerraron todas las pistas del aeropuerto de Haneda y se desviaron vuelos a otros puntos del país. El de Haneda es el aeródromo más transitado del país, con cerca de 90 millones de pasajeros en 2019, antes del brote de la pandemia. Cabe destacar que este siniestro se enmarca en uno de los periodos de mayor afluencia de viajeros del año, en el que millones de japoneses se desplazan desde y hacia sus lugares de origen con motivo de las fiestas de Año Nuevo.

Tragedias aéreas

En los últimos años, Japón ha sido testigo de varios accidentes de aviación que han dejado una profunda huella en el país. En un fatídico suceso que quedará grabado en la memoria de la aviación, el vuelo 123 de Japan Airlines se convirtió en escenario de una tragedia sin precedentes. El 12 de agosto de 1985, el Boeing 747SR, registrado como JA8119, cubría la ruta entre el Aeropuerto Internacional de Haneda en Tokio y el de Osaka. Sin embargo, 44 minutos después del despegue, el aparato colisionó en lo alto del monte Takamagahara, a unos 100 km de Tokio, debido a una descompresión. En el accidente perdieron la vida los 15 miembros de la tripulación y 505 de los 509 pasajeros, entre ellos el reconocido cantante Kyu Sakamoto. El saldo total ascendió a 520 víctimas, dejando un profundo luto internacional.

Este suceso pasó a la historia como el peor desastre aéreo con un solo avión involucrado y el segundo en la lista de accidentes de aviación más mortales de todos los tiempos, solo superado por la colisión de 1977 en Tenerife. Cabe destacar que se excluyen los atentados del 11 de septiembre de 2001, ya que estos fueron actos terroristas y no accidentales.

Otra fatalidad tuvo lugar en 1994, cuando el vuelo 350 de All Nippon Airways se estrelló al aterrizar en el Aeropuerto Internacional Haneda de Tokio, resultando en 24 fallecidos y múltiples heridos. Además, el vuelo China Airlines 120, un vuelo regular desde el Aeropuerto Internacional de Taoyuan en Taiwán hacia el de Naha en Okinawa se vio envuelto en una tragedia el 20 de agosto de 2007. Después de aterrizar, el Boeing 737-800 se incendió y explotó por un perno suelto que perforó un tanque de combustible, lo que causo que cuatro personas resultaran heridas.

Todos estos incidentes llevaron a un mayor escrutinio de la seguridad aérea nipona y a la implementación de medidas más estrictas para prevenir futuros accidentes.