Londres

Bo Xilai admite que cometió «errores» y fue infiel a su esposa

No creyó a su jefe de Policía cuando éste acusó a su mujer de asesinato

Bo Xilai (izquierda), en la tercera jornada del juicio, escucha la declaración de Wang Lijun, su ex colaborador
Bo Xilai (izquierda), en la tercera jornada del juicio, escucha la declaración de Wang Lijun, su ex colaboradorlarazon

La tercera jornada del juicio en Jinan contra el ex político Bo Xilai por cargos de malversación y abuso de poder fue más sorprendente de lo esperado.

La tercera jornada del juicio en Jinan contra el ex político Bo Xilai por cargos de malversación y abuso de poder fue más sorprendente de lo esperado. El acusado contó en la sala cómo la vida del que parecía uno de los matrimonios más bien avenidos y capacitados para liderar China se rompió en añicos. El antes y el después lo marca cuando el ex jefe de Policía de Chongqing ,Wang Lijun, le dice a su jefe (Bo) en enero de 2012 que hay rumores de que su esposa, Gu Kailai, ha participado directamente en el asesinato del empresario británico Neil Heywood diez semanas antes.

Bo asegura que le preguntó a su mujer y que ésta, furiosa, le convenció de que «no le había asesinado», mostrando como prueba un certificado de defunción del fallecido que apuntaba al exceso de alcohol. Según el ex líder de la municipalidad de Chongqing, su mujer «era una mujer vulnerable que no podría haber matado a alguien». Por esta razón, Bo tuvo una fuerte discusión con Wang, a quien culpó directamente de la muerte del británico. En el juicio, las versiones son bien diferentes en este punto. Bo testificó que golpeó a Wang y que rompió un vaso. Sin embargo, el ex jefe de Policía fue más rotundo diciendo que Bo le había dado un fuerte puñetazo que le hizo sangrar por el oído.

«No pude manejar este asunto con calma en el momento crítico y me equivoqué al juzgar la situación por lo que tengo parte de la responsabilidad del vuelo de Wang», dijo Bo, para añadir que está «profundamente avergonzado». Y es que una semana más tarde, Wang, quien acusa a Bo de intentar encubrir el asesinato de la mujer, decidió volar al consulado estadounidense en la ciudad vecina de Chengdu para pedir asilo, destapándose así toda la trama de la familia de Bo. Aunque Bo admitió no haber cometido errores, sí fue rotundo en los cargos de malversación, diciendo que su esposa no necesitaba dinero, pues era una poderosa y exitosa abogada con cinco despachos, y su hijo Bo Guagua, un buen estudiante que había conseguido becas para pagar sus estudios en Reino Unido y en EE UU. También hubo un momento para el morbo, cuando Bo reconoció haber mantenido relaciones extramatrimoniales a finales de los años 90 que provocaron que su esposa se mudara con su hijo a Londres. El culebrón del caso Bo, como si de una telenovela se tratase, seguirá hoy en la cuarta jornada del juicio.