Política

Brasil

Bolsonaro abre una brecha de 14 puntos con Haddad en Brasil

El PT de Lula, dividido sobre la estrategia de su candidato, ordena atacar «en todos los frentes»

Dilma Rousseff apoya al candidato presidencial del Partido de los Trabajadores, Fernando Haddad, en un acto de campaña celebrado ayer en Belo Horizonte / Reuters
Dilma Rousseff apoya al candidato presidencial del Partido de los Trabajadores, Fernando Haddad, en un acto de campaña celebrado ayer en Belo Horizonte / Reuterslarazon

El PT de Lula, dividido sobre la estrategia de su candidato, ordena atacar «en todos los frentes».

En un día en el que la noticia principal de la política brasileña podría haber sido el debate de la noche anterior en Globo TV, la realidad es que las primeras páginas se las llevó la nueva encuesta de Datafolha, que dice que Jair Bolsonaro sigue subiendo, se sitúa ya en el 39% de los votos válidos (sin contar nulos o blancos), abriendo una importante brecha de 14 puntos con el candidato lulista del Partido de los Trabajadores (PT), Fernando Haddad, que también sube pero no pasa del 25%.

La realidad es que este nuevo y último sondeo sitúa al diputado ultra y líder del Partido Social Liberal (PSL) a tan sólo once puntos del nivel de victoria completa en la primera vuelta, que de lograrla haría innecesario un segundo turno entre los dos candidatos más votados, motivo por el que la Prensa de Sao Paulo editorializaba ayer sobre la necesidad de una nueva votación que dé un valor de mayor confirmación a la victoria de quien sea finalmente el ganador.

Datafolha recuerda en sus análisis, no obstante, que en las anteriores elecciones de 2014, el 23% de los electores no definieron a su candidato hasta el último momento, algo que parece estar sucediendo también ahora.

Asimismo, el instituto consultor aporta que la importante subida de Bolsonaro en apenas una semana hay que atribuirla al contingente de personas que pensaban votar en blanco o nulo, y que esa tendencia puede continuar hasta mañana, día de las elecciones. Si en el sondeo anterior fueron las mujeres las responsables del empujón demoscópico al militar, en este caso la subida de cuatro puntos corresponde casi por completo al voto masculino, donde Bolsonaro llega al 45% de los válidos, frente al 33%, también de los válidos, entre las mujeres. En comparación, Haddad se queda con el 23% del voto femenino.

Voto obligatorio

Por Estados, Bolsonaro llega hasta el 51% en el Distrito Federal (37 puntos más que Haddad), al 49% en Rio (33 más que el petista), y al 41% de Sao Paulo, frente al 16 de candidato de Lula. Recuerda finalmente Datafolha que la abstención (el voto es obligatorio en Brasil, bajo sanciones) aumenta de forma importante las posibilidades de victoria en el primer turno, y como conclusión, que tanto los votos nulos, blancos o la abstención, da el mismo resultado que votar a quien va en el primer lugar, lo que favorece que todo se resuelva en una sola vuelta.

La realidad es que estos datos han abierto un intenso debate entre los lulopetistas, que ven como su candidato Haddad no tiene tirón (en el último debate tampoco brilló), de tal manera que se están acentuando las diferencias entre quienes consideran que Haddad no ha sabido imponer su personalidad y los que piensan que se ha apartado en exceso de la línea marcada por el ex presidente Lula da Silva. Hay petistas que entienden que el problema es que el programa electoral de su candidato es radical, y que ha cometido errores graves tales como hablar de que tiene intención de convocar una Constituyente, lo que ha servido a Bolsonaro para argumentar que es lo mismo que hizo Hugo Chávez en Venezuela.

Por eso, en el cuartel general petista han dado la orden de atacar a Bolsonaro en todos los frentes, aunque sea tarde, algo que habían reservado para la segunda vuelta. De hecho, en el debate de Globo TV, Haddad se esforzó en implicar a Bolsonaro (ausente) en los apoyos al Gobierno de Michel Temer, y en recordar que la democracia está en peligro con el ex militar, y que también se arriesgan los derechos de los trabajadores.El último debate, por lo demás, fue en exceso denso y largo (dos horas y media), de manera que se prolongó hasta las 12:30 de la madrugada, en un país en el que la gente está ya arriba a las seis de la mañana.

Nadie ganó con claridad, porque en un debate a siete, en el que unos preguntan a otros, es imposible determinar quién ha ganado, aunque quedó claro que el nombre a batir por todos era Bolsonaro, ausente por su convalecencia tras la cuchillada, si bien buena parte de las diatribas fueron también contra Lula, el PT y Haddad, a quienes unos y otros recordaron el desastre de gestión de la era de la presidenta Dilma Rousseff, que acabó con 70,8 mil empresas menos, y una pérdida de 1,6 millones de empleos.

Bolsonaro contraprogramó, a la misma hora, con una entrevista de diez minutos (lo que le permiten los médicos) en Récord TV, considerada como si fuera su FoxNews, con preguntas y respuestas a medida.