Reino Unido

Cameron confía en alcanzar un cambio «vital» con Bruselas

Admite que las negociaciones serán «duras» pero espera celebrar el referéndum en julio

El primer ministro británico, David Cameron, da una rueda de prensa al finalizar la segunda jornada de la Cumbre de los Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE), en Bruselas (Bélgica)
El primer ministro británico, David Cameron, da una rueda de prensa al finalizar la segunda jornada de la Cumbre de los Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE), en Bruselas (Bélgica)larazon

La última cumbre del año que ha llevado a los líderes de nuevo a Bruselas apenas ha servido para poner fecha a futuras decisiones para temas que necesitan solución urgente, como la lucha contra el terrorismo o la permanencia de Reino Unido en la UE

La última cumbre del año que ha llevado a los líderes de nuevo a Bruselas apenas ha servido para poner fecha a futuras decisiones para temas que necesitan solución urgente, como la lucha contra el terrorismo o la permanencia de Reino Unido en la UE. Las negociaciones con David Cameron serán duras, pero de cara a febrero deberían consensuar un acuerdo que satisfaga las demandas británicas y no sobrepase las líneas rojas europeas. El primer ministro cree que podrá alcanzar un acuerdo satisfactorio que le permita convocar un referéndum ese mismo año.

«Creo que 2016 va a ser el año en el que alcancemos algo vital, que cambie las relaciones entre Reino Unido y la UE y que responda a las preocupaciones de la sociedad británica sobre su permanencia», afirmó en rueda de prensa una vez finalizado el encuentro de jefes de Estado y de Gobierno, en el que se debatió por primera vez las demandas británicas. «Hemos progresado, estamos más cerca del acuerdo en las reformas significativas que he propuesto» añadió, aunque también reconoció que las negociaciones serán «duras» y que «queda mucho trabajo por hacer». «Lo que importa es que estos cambios sean vinculantes e irreversibles, y creo que podemos encontrar modos de lograrlo en los próximos meses», apuntó antes de insistir en que quiere un acuerdo en febrero. La propuesta que resulta más problemática para sus socios europeos es la restricción de las prestaciones sociales a los inmigrantes comunitarios.

El primer ministro británico se encuentra, sin embargo, entre un fuego cruzado. Por un lado están los límites trazados por Bruselas y por otro, las peticiones de máximos de sus compañeros de partido que le exigen firmar una «Europa a la carta».