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Estados Unidos

El canciller Merz sale airoso de su reunión con Trump en la Casa Blanca

El aumento del gasto militar y la guerra de Ucrania marcan la primera visita oficial a EEUU del canciller alemán, que aboga por aumentar la presión sobre Rusia

Merz y Trump, en un momento de su reunión en la Casa Blanca CHRIS KLEPONIS / POOLEFE

El presidente de Estado Unidos, Donald Trump, recibió este jueves al canciller alemán Friedrich Merz en la Casa Blanca, en el primer encuentro presencial entre ambos líderes. La reunión tuvo lugar mientras la promesa del republicano de poner fin a la guerra en Ucrania sigue sin concretarse, y Washington continúa presionando a sus aliados europeos para que aumenten el gasto en defensa, además de buscar una reconfiguración del comercio internacional mediante políticas arancelarias agresivas.

EE. UU. ha instado a los aliados europeos a asumir una mayor responsabilidad en la defensa del continente. Alemania ha sido uno de los principales apoyos de Ucrania frente a la invasión rusa. Merz ha prometido incrementar la presión sobre Rusia y el apoyo militar a Ucrania, anunciando el mes pasado la eliminación de restricciones al alcance de armamento.

En este contexto, la cita en la Casa Blanca se dio cargada de tensiones diplomáticas y simbolismo político. Al ser consultado sobre la comparación que Trump había hecho entre el conflicto iniciado por Vladimir Putin y una pelea infantil, Merz evitó confrontarlo directamente, pero fue enfático: “Estamos buscando más presión sobre Rusia”, dijo, destacando que el papel de Trump es clave para avanzar en el proceso de paz. “Usted es la voz más importante en este proceso”, le dijo directamente al mandatario estadounidense.

Trump, por su parte, defendió su enfoque particular del conflicto. “Dicen que soy amigo de Rusia. No soy amigo de nadie”, afirmó. Luego reiteró su visión sobre el conflicto: “Es como dos niños pequeños peleando como locos en un parque. A veces es mejor dejarlos pelear un rato y luego separarlos”. Añadió que le dijo a Vladimir Putin durante una conversación telefónica reciente: “Tal vez tengas que seguir luchando, sufriendo mucho”. Incluso comparó la situación con deportes de contacto: “Lo ves en el hockey, lo ves en los deportes, los árbitros los dejan pelear un rato”.

Cuando se le preguntó si tenía una fecha límite para imponer nuevas sanciones a Rusia, Trump respondió que la tenía “en mi cabeza”. Sin embargo, también advirtió que si los ataques continuaban, el mundo se sorprendería de “lo duro” que sería con Rusia.

Merz, en tanto, instó al presidente a tener en cuenta las consecuencias humanas del conflicto: “Mire a los niños, los niños que han sido secuestrados”.

En una conversación que tocó también temas históricos, Trump mencionó el aniversario del Día D, preguntando a Merz: “¿No fue un día agradable para usted?” A lo que el canciller respondió con firmeza: “Fue la liberación de mi país de la dictadura nazi”.

En el ámbito militar, Trump descartó rumores sobre un posible retiro de tropas estadounidenses de Alemania. “Se quedarán, si quieren tenerlas allí. Son tropas muy bien pagadas y gastan mucho dinero en Alemania”, comentó. Actualmente, unos 35,000 soldados estadounidenses están desplegados en suelo alemán.

El encuentro también incluyó un gesto simbólico de Merz, quien obsequió a Trump un certificado de nacimiento enmarcado de su abuelo, Friedrich Trump, nacido en Kallstadt, Alemania (entonces parte del Reino de Baviera), antes de emigrar a Estados Unidos en 1885.

Sobre su relación con el canciller, Trump comentó: “He estado tratando con el canciller. Es un buen hombre para tratar. Es difícil, no querrías que dijera que eres fácil, ¿verdad?” Aseguró además que espera avanzar en las negociaciones comerciales y arancelarias entre ambos países.

Merz, por su parte, adoptó un tono conciliador en los días previos al encuentro, destacando la importancia de la alianza con Estados Unidos: “Nuestra alianza con América fue, es y seguirá siendo de importancia fundamental para la seguridad, la libertad y la prosperidad de Europa”.

Sin embargo, estas palabras contrastan con su postura previa a asumir el cargo. En febrero, Merz afirmó que fortalecer a Europa era su “prioridad absoluta” para “lograr la independencia” de Estados Unidos. En la misma línea, escribió en X que su impresión era que “Rusia y Estados Unidos están encontrando puntos en común —sobre las cabezas de Ucrania, y por ende sobre las de Europa”.

El encuentro entre ambos líderes evidenció tanto las tensiones como las posibilidades de cooperación en una relación marcada por intereses comunes, pero también por visiones distintas sobre el papel de cada potencia en el escenario global. Esta ha sido una recurrente en las últimas reuniones de Trump con líderes extranjeros, que han mostrado cómo los mandatarios intentan abordar temas delicados sin perder el respaldo de EE. UU.