Cuba
Carromero, fin de la odisea
El dirigente de Nuevas Generaciones del PP vuelve mañana a España y será trasladado a una cárcel de Segovia a la espera de la concesión del tercer grado
Ángel Carromero pisará suelo español mañana después de cinco meses de pesadilla. Llegará desde La Habana acompañado por cuatro policías españoles y otro preso que cumplía una condena de 18 años de cárcel por tráfico de drogas. Ya no queda ningún español en cárceles cubanas. El pasado 22 de julio, este dirigente de Nuevas Generaciones sufrió un accidente en el que murieron los opositores cubanos Oswaldo Payá y Harold Cepero en una carretera en «La Gavina», provincia de Granma. El fatídico día, Carromero iba al volante y Jens Aron Modig, presidente de la Liga Juvenil Cristianodemócrata sueca (KDU), de copiloto. Payá y Cepero se encontraban en los asientos traseros.
Se dirigían dirección Bayamo para recorrer Cuba y visitar a algunos amigos. A Payá, opositor histórico al régimen de los Castro, le costaba mucho poder viajar ya no fuera del país, sino dentro de la isla. El accidente dejó demasiados interrogantes abiertos, entre los que la familia de Payá destaca que nunca se devolvió el teléfono móvil de Cepero, ni tampoco se identificó quién llamó a la ambulancia aquel domingo.
De las dependencias de Bayamo, se trasladó al joven político español a la cárcel de «100 y Aldabó», un centro del Ministerio del Interior en La Habana. Su amigo Modig pudo volver a Estocolmo, mientras que Carromero fue acusado de doble homicidio imprudente. Hasta octubre no se produjo su juicio «oral y público», aunque no se permitió ni a los familiares ni a algunos importantes opositores estar presentes en la sala. La Fiscalía cubana pidió 7 años de cárcel, mientras que su defensa la absolución. Finalmente, fue condenado a cuatro años. Con la sentencia en la mano y un acuerdo bilateral de intercambio de reclusos firmado en 1998, la diplomacia española negoció que se pudiera trasladar a Carromero a España.
El dirigente de Nuevas Generaciones será trasladado desde Barajas a una cárcel de Segovia para legalizar su situación. Según fuentes de Interior, arrancará entonces un proceso para la concesión del tercer grado que podría durar entre quince y veinte días a propuesta de la Junta de Tratamiento del Centro. Corresponde estrictamente a Instituciones Penitenciarias la concesión del régimen abierto, pero todo ello dentro de un estricto cumplimiento de la condena impuesta por Cuba. En Madrid hay actualmente tres Centros de Inserción Social (CIS) que contemplan el tercer grado en el que el preso acude a dormir de domingo a jueves. Una vez cumplidas las dos terceras partes de la condena podría valorarse la concesión de la libertad condicional. Hay que tener en cuenta que Carromero fue setenciado a cuatro años, pero lleva desde finales de julio privado de libertad.
Todo el desarrollo de esta secuencia judicial dependerá, en cualquier caso, de Interior y Justicia, que son quienes tienen potestad para ello. Lo cierto es que la negociación para la vuelta del militante del PP se ha llevado bajo la máxima discreción por parte del Ministerio de Exteriores. La familia también ha querido que se impusiera la prudencia por temor a que cualquier malentendido pudiera dar al traste con el proceso.
Varios encuentros
El jefe de la Diplomacia española se ha reunido en varias ocasiones con su homólogo cubano, Bruno Rodríguez, para tratar la situación de este joven de 27 años. El último cara a cara tuvo lugar en el marco de la XXII Cumbre iberoamericana celebrada en Cádiz el 16 y 17 de noviembre pasados. Antes se habían encontrado en Nueva York durante la Asamblea General de la ONU celebrada a mediados de septiembre.
Aunque se barajó la fórmula de la expulsión o incluso del indulto por parte del Gobierno cubano, finalmente la fórmula aplicada ha sido la que recoge el convenio bilateral. El pasado 14 de diciembre el Gobierno aprobó en Consejo de Ministros el traslado a España de Carromero para el cumplimiento de la pena. Al parecer, la única petición del régimen cubano a España ha sido que les informen puntualmente de los pasos que se sigan con el preso. Fuentes diplomáticas insisten en que no ha habido contrapartida ninguna por haberlo dejado volver a casa.
Desde la disidencia cubana, Regis Iglesias, el portavoz del Movimiento Cristiano de Liberación, –fundado por Payá–, explica que tienen sentimientos encontrados frente a la vuelta a España del dirigente de NN GG del PP. «No podemos separar nuestra alegría, nuestra felicidad es inmensa porque Carromero vuelva a ver a su familia, a sus amigos, a los militantes de su partido. Carromero es un amigo inocente secuestrado en Cuba de quien siempre hemos defendido su inocencia. Por este motivo, esperamos que en honor a la verdad este Gobierno no permita que Ángel pase ni un minuto en la cárcel y mucho menos que vaya esposado».
A Iglesias, quien conoce de cerca las cárceles cubanas, no le parece que, pese a que las dependencias obviamente sean mejores que las del régimen de Castro, «a ninguna persona del mundo que sea inocente se la puede privar de la libertad, ni en España ni en ningún sitio». Por lo que insiste en que Carromero sea puesto en libertad y pueda contar cómo sucedieron los hechos en los que perdieron a la gran figura de la disidencia cubana, pero también a un buen amigo, padre y marido.
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