Manama

Comienza el diálogo nacional en Baréin para hallar una salida de la crisis

La segunda ronda del diálogo nacional entre las distintas fuerzas políticas bareiníes comenzó hoy en Manama para lograr un consenso que ponga fin a la crisis política que atraviesa el país desde hace dos años.

El ministro bareiní de Justicia y Asuntos Islámicos, Jalid bin Ali bin Abdala al Jalifa, dijo en un discurso en la sesión de apertura del diálogo que las conversaciones deben conducir a un consenso entre los diferentes grupos.

La reunión contó con 27 participantes, ocho representantes de la coalición gubernamental, ocho de seis fuerzas políticas, otros ocho de la autoridad legislativa y tres del Gobierno.

El principal partido de la oposición, el chií Al Wefaq, aseguró antes del inicio del diálogo que los partidos de la oposición asistirían a la sesión para discutir «los nueve puntos mencionados en una carta al ministro de Justicia», sin dar más detalles.

La primera sesión se desarrolló en un ambiente «positivo y cordial», con los participantes comprometidos a lograr el éxito del diálogo nacional, según el portavoz de la mesa de diálogo, Isa Abdelrahman, citado por la agencia oficial bareiní Bna.

Esta nueva convocatoria supone la continuación del diálogo nacional abierto en julio de 2011, del que se retiró la oposición, alegando haber sido marginada y en protesta por la poca seriedad con que se abordaron sus demandas.

En un principio, esta convocatoria fue aceptada por los opositores que exigieron primero que se consensuara la lista de participantes, su agenda, un calendario y un mecanismo para aplicar las decisiones que se adopten.

El pasado 19 de enero, el secretario general de Al Wefaq, jeque Ali Salman, afirmó que la solución a la crisis en el país era dialogar o formar un Gobierno de transición con la mitad de las carteras en manos de la oposición.

Ali Salman aseguró que la oposición estaba abierta a un diálogo real y global, que incluyera a los líderes opositores encarcelados, pero que no lo haría si era similar al anterior.

El próximo 14 febrero se cumplirá el segundo aniversario del inicio de las protestas en este pequeño reino del golfo Pérsico, de mayoría chií, gobernado por una monarquía suní.

Durante las manifestaciones para pedir reformas políticas, unas 115 personas han muerto, 2.000 han sido detenidas y más de 2.000 han perdido sus puestos de trabajo por participar en las mismas, según datos de la oposición.