
Guerra en Europa
Corea del Norte ratifica el envío de tropas a Rusia y Putin elogia su "hazaña" en Kursk
El presidente ruso, Vladimir Putin, agradeció a su aliado esta «hazaña». «Nuestros amigos coreanos actuaron guiados por un sentido de solidaridad, justicia y verdadera camaradería»

Una primicia tras tres años de guerra. Corea del Norte confirmó el lunes el despliegue de tropas en apoyo a Rusia, según un informe de la agencia estatal KCNA. Este anuncio marca un punto de inflexión en la dinámica del conflicto, destacando la participación activa de soldados norcoreanos en la recuperación de territorios en la región rusa de Kursk, los cuales habían estado bajo control ucraniano durante meses. Se detalló que "subunidades" de las "fuerzas armadas" norcoreanas desempeñaron un papel crucial en las "operaciones de liberación" de estas áreas ocupadas. El comunicado subrayó que sus épicas acciones han culminado en un "victorioso esfuerzo bélico". El líder norcoreano no escatimó en elogios, proclamando a los combatientes como "héroes" y "representantes del honor de la patria". Además, se anunció la construcción de un monumento en Pyongyang para conmemorar sus "hazañas de la batalla", subrayando el orgullo nacional y la propaganda militar que sigue a este despliegue.
Este compromiso «cumple plenamente las disposiciones y el espíritu del Tratado de Asociación Estratégica Integral entre la República Popular de Corea del Norte y Rusia, y constituye la expresión más fiel de su aplicación», escribió el lunes la Comisión Militar Central del Partido del Trabajo de Corea en un comunicado enviado a Rodong Sinmun, el diario oficial del partido único en el poder. «El camarada Kim Jong-un ha decidido enviar a nuestras fuerzas armadas a la guerra y ha notificado a la parte rusa sobre la base de su análisis y juicio que la situación actual corresponde a la activación del artículo 4 del Tratado de Asociación Estratégica Integral celebrado entre la República Popular Democrática de Corea y la Federación Rusa», añadía el documento. Este artículo estipula que «si una de las Partes es atacada por uno o varios Estados y entra en estado de guerra, la otra Parte prestará sin demora asistencia militar y de otro tipo por todos los medios a su alcance», y prevé la intervención militar automática en caso de emergencia.
El líder ruso, Vladimir Putin, agradeció a su aliado esta «hazaña». «Nuestros amigos coreanos actuaron guiados por un sentido de solidaridad, justicia y verdadera camaradería», dijo el presidente ruso en un comunicado del Kremlin. «Lo apreciamos enormemente y estamos sinceramente agradecidos personalmente al camarada Kim Jong-un (...) y al pueblo norcoreano», continuó. Asimismo, en un discurso reciente, el jefe del Estado Mayor ruso, Valery Gerasimov, elogió el "heroísmo" y la "profesionalidad" de los norcoreanos, marcando la primera validación oficial de su participación en las hostilidades. Gerasimov destacó su valor y resistencia en la lucha conjunta contra la invasión ucraniana, calificando su intervención como una "importante ayuda".
La ratificación norcoreana coincide con la proclamación del Kremlin de haber recuperado completamente la región de Kursk, un anuncio que Kiev ha descalificado como "falso" y mera "propaganda".
El Reino Ermitaño alabó a los que lucharon en Kursk como «representantes del honor de la patria», y aseguró que «ante las tumbas de los soldados que sacrificaron sus vidas, se depositarán flores deseando la vida eterna en nombre del país y del pueblo», confirmando que había habido un número importante de bajas norcoreanas durante el despliegue.
Tras este insólito reconocimiento el Ministerio de Defensa surcoreano emitió una fuerte condena, acusando a Pyongyang de violar las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Un portavoz del organismo afirmó que “ han admitido sus propios actos criminales"
A finales de diciembre, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, reveló que hasta 3.000 militares norcoreanos habían fallecido o resultaron heridos en combate en tan solo dos meses, una cifra que el Ministerio de Defensa surcoreano rebajó a 1.100. Todas estas pérdidas se produjeron en la región de Kursk, donde las tropas norcoreanas fueron enviadas para apoyar a Rusia en la recuperación de su territorio. El costo humano ha sido tan devastador que, según la inteligencia surcoreana, dichas fuerzas se vieron obligadas a retirarse del frente, priorizando la economía de recursos y la reorganización sobre el combate. Este hecho subraya la fragilidad de la estrategia militar de Pyongyang y plantea inquietudes sobre su capacidad para sostener una participación activa en el cruento conflicto.
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