Bruselas

Cumbre de urgencia en Bruselas para atajar la crisis migratoria

El «AQUARIUS» vuelve a aguas internacionales. Voluntarios de Médicos Sin Fronteras despidieron ayer a la tripulación en el puerto de Valencia
El «AQUARIUS» vuelve a aguas internacionales. Voluntarios de Médicos Sin Fronteras despidieron ayer a la tripulación en el puerto de Valencialarazon

Busca un consenso sobre la política de asilo que pueda ser aprobado en el próximo Consejo.

Bruselas está dispuesta a salir al auxilio de Ángela Merkel. Tras días de intensos rumores sobre la convocatoria de cumbres extraordinarias, ayer el presidente de la Comisión Europea Jean Claude Juncker anunció un encuentro urgente este domingo con el fin de desatascar la reforma del sistema de asilo europeo. Un encuentro previo a la cumbre a Veintiocho que se celebrará el jueves y el vienes en la capital comunitaria y que muestra que esta vez no puede haber un nuevo fracaso a la hora de lidiar con los flujos migratorios.

Aunque en el año 2017 el número de demandas de asilo bajo un 44% respecto al año anterior ( un 70% en el caso de Alemania) según los datos de la agencia de asilo europea (EASO), la canciller alemana se encuentra entre la espada y la pared tras el últimatum de su ministro de Interior, Horst Seehofer (CSU, partido bávaro). Si no hay solución europea a finales de este mes, se cerrarán las fronteras germanas a todos aquellos demandantes de asilo que hayan realizado sus solicitud en otro país europeo. De esta manera, quedarían abortados de raíz lo que en la jerga comunitaria se denomina como “movimientos secundarios”. Una medida que perjudica especialmente a aquellos países con fronteras exteriores europeas y que suponen el punto de entrada al continente. Juncker ha invitado a este encuentro con formato de mini-cumbre a los primeros ministros de España, Francia, Alemania, Italia, Malta, Grecia Bulgaria (país que ostenta la presidencia rotatoria hasta el 1 de julio) y Austria ( que asume el relevo). Bélgica y Holanda, partidarios de la mano dura, decidieron ayer unirse también a la cita. Será el bautizo de Pedro Sanchez en un encuentro de estas características después de haberse entrevistado con Donald Tusk en Madrid el pasado martes y después de su cita en París con Emmanuel Macron.este sábado. Los países del Este, que han boicoteado sin cesar la propuesta de Alemanía y la Comisión Europea de establecer cuotas obligatorias de reparto de refugiados, no han sido invitados. Quizás porque esta iniciativa parece definitivamente enterrada y a nadie cree que sea posible hacerles cambiar de opinión.

La mini cumbre planeada por Juncker está pensada para convencer a los países ribereños. El último encuentro de los ministros de Interior europeos en junio, antes de la llegada de Sánchez al poder, se saldó con un sonoro fracaso. Los países del Sur, con Italia y España a la cabeza se negaron a aceptar la propuesta de la presidencia búlgara que establece durante ocho años la responsabilidad de los países de entrada en la tramitación de las solicitudes de asilo o la expulsión de los inmigrantes irregulares después de su identificación y registro. Una responsabilidad que para estos estados resulta excesiva.

Con esta convocatoria, la Comisión Europea vuelve a cobrar el pulso político en un movimiento que no ha gustado al presidente permanente del Consejo, Donald Tusk, el tradicional encargado de convocar a las capitales europeas. Al menos en las cumbres formales. Este lunes se filtró el borrador de las conclusiones de la cumbre europea del día y 29 de junio en la que aparece la iniciativa de crear “plataformas de desembarco” en países terceros, lejos de las fronteras europeass con el propósito de establecer campos de refugiados en los que separar a los demandantes de asilo con derecho a residir en la UE de los inmigrantes ilegales. Una propuesta que lleva años guardada en el cajón, defendida por los partidarios de la línea dura y, que por iniciativa de Tusk, aparece en este texto previo a la cumbre. La Comisión Europea nunca ha defendido este tipo de soluciones pero al igual que Alemania parece comenzar a resignarse a estas iniciativa y a dar por fracasada su propuesta de las cuotas obligatorias, termino que por otra parte no aparece en el borrador de las conclusiones de la cumbre. Merkel podría encontrar una solución a la crisis en su país, a cambio de enmendarse a sí misma.