Referéndum en Grecia
Desconfianza entre los socios europeos
El referéndum ha alejado a Atenas del resto de Estados miembros.
Ministros de Economía y jefes de Estado y de Gobierno de la eurozona se dan cita hoy en Bruselas para buscar una solución a la crisis griega. La victoria del «no» en el referéndum ha dejado a Grecia en una posición de debilidad frente a la eurozona y la desconfianza hacia el Gobierno de Syriza entre los socios europeos ha llegado a un nivel alarmante. Es la segunda cumbre de líderes que ha convocado el presidente del Consejo, Donald Tusk, para tratar en exclusiva la problemática helena. Los líderes discutirán a nivel político desde un posible «Grexit» hasta cómo plantear una solución urgente para Grecia, con la esperanza puesta en que el Gobierno de Alexis Tsipras presente propuestas que se acerquen a las que ya había en la mesa cuando se rompieron las negociaciones. «Después del referéndum en Grecia, creo que debemos vernos urgentemente al más alto nivel político para discutir la situación y los posibles siguientes pasos», señala Tusk en su carta de invitación a los socios. A la cumbre también asistirán el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, y el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, que tiene la llave para apretar o aliviar la economía griega.
Antes de la cumbre, Dijsselbloem dirigirá otro Eurogrupo extraordinario, con la presencia de los ministros de Economía de la zona euro. Se espera que sobre la mesa ya haya una propuesta griega estudiada desde ayer por el grupo de trabajo del euro, de forma que los ministros puedan analizar la viabilidad de la misma para poder volver a negociar. Ayer, el presidente del Eurogrupo manifestó: «Los griegos quieren quedarse en la eurozona. Ésa es también mi meta. Pero vamos a ver si lo conseguimos».
Ayer se sucedieron contactos entre todos los Estados miembros y las instituciones europeas para preparar un poco el terreno sobre el nuevo horizonte que han planteado los griegos. Desde Bruselas, el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, reconocía que la distancia entre Grecia y el resto de la eurozona es después de la victoria del «No» mucho mayor. «Se ha perdido mucho tiempo y demasiadas oportunidades. La Comisión está lista para continuar trabajando con Grecia, pero, para ser claros, no podemos negociar un programa nuevo sin un mandato del Eurogrupo», explicaba en rueda de prensa. Ésa será la clave hoy, si los ministros creen que hay base para volver a sentarse con aquellos que se levantaron de la mesa de forma unilateral y convocaron un referéndum cinco días después de que expirara el programa de rescate.
Puede ayudar la dimisión de Yanis Varufakis, aunque ya hace tiempo que se le retiró de las negociaciones con la troika, a pesar de que en la recta final ganó protagonismo. La desconfianza no sólo estaba centrada en Varufakis, sino también en el propio Tsipras, aunque el voto a favor del pueblo puede hacer que Europa le mire con otros ojos.
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