Guerra en Ucrania

Detenido un empresario en Alemania por suministrar componentes para drones a Rusia

El sospechoso de origen ruso habría permitido la fabricación de los potentes aviones no tripulados Orlan-10, utilizados en la invasión de Ucrania

Dron Orlan-10 registrado en Ucrania
Dron Orlan-10 registrado en UcraniaTwitter

Un empresario alemán de origen ruso, dado a conocer al público como Waldemar W —las autoridades de Alemania nunca revelan el apellido de los sospechosos en causas penales—, ha sido detenido por haber suministrado presuntamente componentes eléctricos a Rusia que fueron utilizados en la fabricación de Orlan-10, un tipo de drones desplegados por el Ejército ruso en el marco de la invasión de Ucrania. Permanece en prisión preventiva después de que los agentes que investigan el caso consiguieran una orden de detención.

Waldemar W habría violado la ley alemana sobre comercio exterior, según el fiscal general Peter Frank. Dirigía dos empresas en el estado de Sarre que se dedicaban al sector de los componentes electrónicos. Según las pesquisas, el sospechoso exportó dichos componentes a una empresa en Rusia que producía equipos y material militar, entre los que se encuentran los drones Orlan-10 desplegados por las tropas rusas en Ucrania. Lo hizo, de acuerdo con la acusación, en al menos 26 ocasiones entre enero de 2020 y marzo de 2023, un año y un mes después de que diera comienzo la invasión.

Por la venta de los componentes obtuvo un montante cercano a los 715.000 euros. Pero los materiales, que forman parte de los aviones no tripulados, figuran en la lista de bienes sometidos a sanciones de la Unión Europea. Según los fiscales, tras el inicio de la guerra de Ucrania, los acusados empezaron a enviar la mercancía a Rusia con la ayuda de empresas beneficiarias ficticias en terceros países, como Emiratos Árabes Unidos y Lituania.

En este sentido, la Fiscalía acusa a Waldemar W de haber eludido las sanciones de la UE importando los productos del extranjero y exportándolos después a Rusia a través de una empresa que controlaba en el estado de Baden-Württemberg, en el sur del país.

Un estudio del Royal United Services Institute de finales del año pasado calificaba al Orlan-10 como el «vehículo aéreo no tripulado más exitoso de Rusia». Para el think tank especializado, el avión no tripulado es «una plataforma que se sitúa en el corazón de las capacidades de combate del país» que permite al Ejército ruso «disparar con precisión sobre las formaciones ucranianas». El centro registró un aumento drástico de las importaciones de componentes por parte del Centro de Tecnología Especial, el fabricante ruso del Orlan-10 con sede en San Petersburgo, desde que diera comienzo la guerra.