Muerte de Hugo Chávez

Dos millones de expatriados por el chavismo

La persecución y la discriminación política han obligado a muchos opositores a abandonar Venezuela

EE UU es el país con mayor número de venezolanos. En la imagen, un bar de Miami
EE UU es el país con mayor número de venezolanos. En la imagen, un bar de Miamilarazon

EE UU, España y Colombia han visto cómo en los últimos años ha aumentado considerablemente el número de venezolanos. Como ejemplo, de los 9.000 que vivían en nuestro país antes de 1998, ahora han pasado a ser unos 200.000. Tony de Viveiros, portavoz de la plataforma Venezolanos en el Mundo e investigador de la Universidad Simón Bolívar, asegura que es difícil tener una idea real de los venezolanos en el exterior porque no se han registrado en los consulados «y más tras el uso político que se ha hecho, en los últimos 14 años, de las bases de datos». De Viveiros explica a LA RAZÓN que se barajan dos cifras: una del Banco Mundial de Datos, que en 2010 contaba con unos 521.000 venezolanos migrantes, y otra hecha por el profesor Iván de la Vega, en la que, atendiendo al lugar donde se nació, contó alrededor de un millón de migrantes. Sin embargo, De Viveiros manifiesta que la cifra no es del todo fidedigna, pues hay miles de venezolanos que tienen la doble nacionalidad, al ser descendientes de italianos, portugueses o españoles. Al entrar en otros países con el pasaporte europeo, no quedan reflejados como inmigrantes. «La cifra verdadera rondaría los 2 millones». De Viveiros destaca que Venezuela ha pasado «de ser un país receptor de emigrantes a ser emisor». Fue en 1983 cuando se invirtió la tendencia: «Las causas principales, como la falta de oportunidades y la inseguridad, no se pueden achacar sólo al Gobierno de Chávez», advierte. Sin embargo, «sí se ha agravado por la persecución y la discriminación política». En este sentido, señala a los antiguos empleados de Pdvsa, que tras su multitudinario despido en 2002 «ahora se encuentran en todas partes del mundo, desde Alaska hasta Kazajistán». En cuanto a la discriminación política, recuerda la «Lista Tascón», a partir de la cual Chávez cerró la puerta en el sector público a los que no comulgaban con sus ideas.

Éste es el caso de Francisco Yrausquin, quien firmó dicha lista en 2004. «Desde que Tascón publicó en internet los nombres de los que estábamos en contra de Chávez, miles de profesionales no pudimos trabajar para el Estado». Yrausquin, que es abogado, no se retractó «por ser un romántico», y partió hacia España en 2006. «Ha habido varios picos de emigrantes», reconoce Yrausquin, que está intentando hacer su propio censo. «En 1998, cuando Chávez ganó las elecciones, y en 2005, cuando se perdió la AN porque la oposición no se presentó a los comicios». Pero el abogado reconoce que el mayor fue a partir de 2002, tras el intento de golpe de Estado, pues el discurso de Chávez se radicalizó. Para Yrausquin, «no es normal que a partir de las 6 de tarde, te tengas que guarecer, o que tengas miedo de que vayan a asaltar a tus hijos. Y esto no les ocurre sólo a los opositores». El abogado reconoce que «evidentemente, Chávez no tuvo mucho interés en detener la inseguridad». En su opinión, el principal motivo por el que los venezolanos vienen a España, aparte del idioma, es «primero, por una razón económica, que va muy emparejada a la segunda: la inseguridad». Enrique Díaz llegó a España en 2009. A Díaz no le gustaba el estilo de vida de Caracas. «Todo el mundo va en coche, se llena el tanque con menos de un euro, por lo que todo está congestionado». El joven cree que la «gente se ha vuelto muy agresiva por la desigualdad: se ha marcado una línea entre las clases alta-media alta y la baja-media baja». Díaz tuvo dos sustos importantes, por lo que se plantó y decidió venir a España, donde le dieron una beca. «No voy a volver a Venezuela aunque haya muerto Chávez, las cosas no van a cambiar de la noche a la mañana». El joven les explica a sus amigos y familiares que «cambió una calidad de vida por un nivel de vida. Allí podías viajar, tener guardaespaldas o coches blindados, pero aquí tienes libertad: puedes volver a casa caminando».