Ensayo nuclear Corea del Norte

EE UU alerta de la capacidad nuclear de Corea del Norte

Un informe del Pentágono detalla evidencias sobre la amenaza atómica. Horas más tarde, la Casa Blanca puntualiza el mensaje

La Razón
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Un informe de seguridad filtrado a la Prensa por el Congreso estadounidense provocó ayer un enorme revuelo en torno a la crisis norcoreana. Según el documento en cuestión, elaborado por la DEA, el Pentágono habría encontrado por primera vez evidencias de que el régimen de Corea del Norte dispone de capacidad para armar misiles de medio y largo alcance con cabezas nucleares. Se trata nada menos que del temido salto cualitativo con el que la amenaza atómica norcoreana pasaría de ficticia a real, ya que Kim Jong Un estaría en grado de alcanzar metrópolis como Tokio, incluso las costas de Alaska, con armas nucleares. A lo largo del día de ayer, sin embargo, las conclusiones del informe fueron matizadas hasta quedar prácticamente irreconocibles. Al cierre de esta edición, las versiones más alarmistas hablan de indicios «moderadamente fiables» de que los ingenieros norcoreanos hubiesen conseguido avanzar en la miniaturización en los últimos meses, pero no en la estabilización de la carga nuclear (algo necesario para que atraviese miles de kilómetros a gran velocidad) ni tampoco en la precisión de los cohetes. El propio Pentágono aseguraba después, a través de su portavoz, que «sería impreciso sugerir que Corea del Norte ha probado con éxito, desarrollado y demostrado el tipo de capacidades nucleares al que se hace referencia en ese pasaje». También el Ministerio de Defensa surcoreano, en cuyo trabajo de Inteligencia se basan a menudo las conclusiones estadounidenses (trabajan codo con codo), quitó importancia a la noticia y aseguró que ellos no disponen de nuevas evidencias al respecto. «Dudamos de que Corea del Norte haya alcanzado el grado de la miniaturización», zanjó Kim Min-Seok, portavoz del Ministerio. Medios estadounidenses como «The New York Times» explicaron después que los párrafos extraídos del documento de la DEA podrían haber sido filtrados por los mismos congresistas republicanos que libran una batalla en Washington para conseguir más dinero para el sistema de defensa antimisiles que prepara Estados Unidos. Sea como sea, la noticia ha añadido inquietud a la peor crisis que vive la península coreana desde 2010. La mayoría de los expertos cree que Pyongyang está todavía lejos de desarrollar misiles de largo alcance, pero coincide en apuntar que sus ingenieros avanzan hacia el objetivo poco a poco y que, si progresan a esta velocidad, podrían alcanzarlo en un plazo de unos cuantos años. Se cree que el régimen posee actualmente entre cuatro y diez bombas atómicas, ninguna de ellas de potencia superior a las que se lanzaron sobre Hiroshima y Nagasaki. Es igualmente cierto que la diplomacia internacional, liderada por la Casa Blanca, está haciendo esfuerzos por frenar la crisis, llamando nuevamente al diálogo y sugiriendo que se podría volver a poner sobre la mesa la idea de «comprar» la desmantelación del proyecto atómico a cambio de concesiones económicas. Según varios expertos consultados por LA RAZÓN en los últimos días, esto es exactamente lo que busca el régimen. Otros analistas tienden a pensar, por el contrario, que Kim Jong Un está inmerso en una pelea interna por afianzar su liderazgo en el Ejército y que estaría intentando conseguir para su país el estatus de potencia nuclear «de facto».