El fantasma del «caracazo»

A Venezuela le queda un largo camino para recuperar la actividad económica a pesar del ajuste fiscal anunciado

–La subida de la gasolina que ha anunciado el presidente Nicolás Maduro, ¿va a aliviar la crisis económica venezolana?

–La subida del combustible es un paso inicial, pero insuficiente. La gasolina ha dejado de ser la más barata del mundo, pero todavía quedan muchos ajustes para que se pueda ayudar a racionalizar la demanda o para generar ingresos adicionales para el país. Lo que hace falta es un compromiso más importante por parte del Gobierno venezolano para que haya una mejora de la inversión y de la productividad, y que eso se transforme en mejoras en el ingreso de los venezolanos. Este Gobierno se ha caracterizado por tomar medidas y después abandonarlas o revertirlas.

–¿Puede mantener el Gobierno de Maduro el programa social financiado con la venta de un petróleo cada vez más barato?

–Es evidente que con los recursos petroleros mermados –actualmente suponen una cuarta parte de lo que eran hace dos años– es imposible mantener los diferentes subsidios con los que funcionaba la economía.

–¿El Ejecutivo de Maduro está capacitado técnicamente para llevar a cabo las reformas necesarias?

–Yo personalmente espero que así sea porque al país le conviene. Lo lento de las acciones en el pasado y lo errático que han resultado, además del bajo compromiso que ha demostrado el Gobierno, suponen un desafío grande en términos de credibilidad.

–¿Ve posible un estallido social tras el aumento del precio del petróleo?

–Es muy difícil anticipar qué es lo que propicia las manifestaciones de protesta social. Esperemos que todo se pueda resolver en armonía.

–¿El cambio de viceministro económico traerá cambios al bolsillo de los venezolanos?

–Lo más importante son las acciones que tome el Gobierno, no las declaraciones ni los nombramientos.

–¿Cree que Venezuela está a punto de ser rescatada por China y Rusia?

–Creo que cada uno de estos países tiene sus propias dificultades en este momento. Por un lado, Rusia es un país que ha sufrido también el impacto del descenso del precio del petróleo y China puede tener interés en Venezuela, pero es una relación meramente comercial. No sé hasta qué punto podría traducirse en un espíritu de rescate por parte de China. Venezuela debería poder resolver estos problemas tomando medidas que apunten a estabilizar la actividad económica y no a esperar soluciones mágicas en forma de alternativas que en la realidad en este momento no parecen funcionales.

*Economista venezolano