Damasco

El gobierno sirio negociará en Ginebra, pero no para «entregar el poder»

El ministro sirio de Asuntos Exteriores, Walid al Mualem, dijo hoy que su gobierno no acudirá a la conferencia de Ginebra 2, convocada por EEUU y Rusia, a "entregar el poder", sino a negociar para la formación de "un gobierno nacional amplio".

En una rueda de prensa en Damasco, Al Mualem señaló que "quien piense que vamos a Ginebra a entregar el poder, que no vaya"y añadió que participarán en la conferencia, que no tiene aún fecha, para "establecer una cooperación verdadera".

El ministro consideró que Ginebra 2 será una "buena oportunidad para una solución política", aunque recordó que no aceptarán ideas o soluciones impuestas desde el exterior.

Del mismo modo, criticó a los países árabes y occidentales del grupo de los Amigos de Siria, después de que estos anunciasen en su último encuentro en Doha que enviarán material y equipamiento bélico a los rebeldes de forma urgente.

"¿Matar a sirios conseguirá sus objetivos? ¿A qué parte acabarán yendo las armas? Sabemos que (el islamista radical) Frente al Nusra es la mayor fuerza de la oposición sobre el terreno. Eso quiere decir que acabarán armando a Al Nusra. Están apoyando el terrorismo", dijo Al Mualem.

El ministro se refirió en particular al vídeo que muestra a un cabecilla rebelde islamista haciendo ademán de comerse el corazón que acaba de extraer del cadáver de un soldado sirio.

"Al final vamos a ganar la batalla, pero estamos preocupados por sus intentos de alargar la crisis. Queremos terminar con este sufrimiento hoy mejor que mañana", afirmó.

Además, negó que su país haya utilizado armas químicas en el conflicto, y acusó a los rebeldes de haber usado gas nervioso en la localidad de Jan al Asa, junto a Alepo, en el norte.

Por otro lado, aseguró que los últimos combates en el Líbano entre el ejército y salafistas son consecuencia de la decisión de los países árabes y occidentales de armar a los rebeldes.

Según la ONU, más de 90.000 personas han muerto ya desde que comenzaron, hace más de dos años, las protestas contra el régimen de Bachar al Asad, que derivaron en una cruenta guerra civil.