El Futuro de Venezuela
El neochavismo de Maduro
El presidente de Venezuela crea un régimen de represión contra los estudiantes peor al de su mentor a un año de la muerte de Hugo Chávez
Durante una manifestación celebrada en la Plaza de Altamira en Caracas, donde los estudiantes se cosieron los labios meses después de las presidenciales, algunos opositores presentes comentaban por lo bajo a LA RAZÓN: "Quién iba a pensar que llegaríamos a extrañar a Hugo Chávez".
Y es que pocos lo veían venir. Durante los seis años que Maduro fue ministro de Exteriores dio una imagen de hombre moderado dentro del chavismo. Incluso supo calmar las aguas cuando su mentor se levantaba con el pie izquierdo y expulsaba a diplomáticos norteamericanas o expropiaba empresas españolas. Era incluso considerado por la Casa Blanca con la mejor opción posible dentro del chavismo.
Pero este conductor de autobuses que ascendió de la mano de su esposa, Cilia Flores. Maduro no esperaba recibir el testigo tan pronto e incluso para él, la muerte de su padre político le pilló por sorpresa. A punto de cumplirse un año de la muerte del comandante, el precursor del "neochavismo"no ha sabido forjar un estilo propio o "madurismo", tan solo radicalizar su discurso. Es lo que les ocurre a muchos líderes inseguros, cuando llegan las vacas flacas y se rodean de un círculo no confiable, que pone en duda su autoridad en los corrillos bolivarianos.
Maduro no tiene la formación académica de Chávez, su fascinante retórica, su carisma. Inculto, torpe con las palabras, nada original, sólo está allí por dos razones. Porque Chávez lo señaló como sucesor, y porque la maquinaria de propaganda chavista sacralizó la muerte del líder latino para arrastrar las masas a las urnas.
Por ejemplo Chávez acosó a los medios de comunicación pero Maduro ha acentuado la presión hasta tal punto, que borró la señal al canal colombiano NTN24. ¿Y qué decir de la violencia callejera? En 2001 y 2002 cientos de miles de personas salieron a la calle para protestar contra Chávez: desde los balcones hacían sonar las cacerolas, y no había semana sin marchas contra el presidente. Pero no hubo muertos. Chávez les mató de aburrimiento. La oposición volvió a sus casas vencida y desarmada.
Sin embargo ahora Maduro no ha dudado en sacar a todas las fuerzas policiales y parapoliciales. En moto, en camiones o a pie, han disparado contra la población y ya hay seis muertos.
Chávez además encarceló a algunos de los opositores: una juez, un militar que fue su aliado, empresarios...Pero la cifra se disparó con Maduro que encarceló a decenas de empresarios acusándolos de subir los precios. Y encima, ha mandado a prisión a uno de los líderes de la oposición, imputándole la violencia y los crímenes que causaron los chavistas.
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