Casas reales
Carlos sucederá a Isabel II al frente de la Commonwealth
Los 53 miembros de la comunidad aprueban un protocolo que dará el puesto al heredero a la muerte de su madre
Los 53 miembros de la comunidad aprueban un protocolo que dará el puesto al heredero a la muerte de su madre.
El príncipe Carlos de Inglaterra sucederá a su madre, la reina Isabel II, como líder de la Commonwealth cuando ésta fallezca. Así lo determinaron ayer los dirigentes de los 53 países que integran esa mancomunidad de naciones, tras la reunión mantenida a puerta cerrada en el Castillo de Windsor. Cuando accedió al trono, la monarca, que hoy cumple 92 años, fue proclamada cabeza de esta institución. Pero el cargo no era hereditario y, a principios de este año, comenzaron a debatirse diferentes opciones. La reina está espléndida, pero se consideró oportuno ir preparando algún protocolo para saber exactamente cómo proceder una vez llegue el momento, ya que no había establecido ningún procedimiento para elegir al sucesor.
El pasado jueves, Isabel II pidió que eligieran a Carlos para tomar su testigo en un acto en el Palacio de Buckingham, durante la inauguración de la cumbre bianual de la Mancomunidad de Naciones. La soberana reconoció su «deseo» de que «un día el príncipe de Gales siga desempeñando el importante trabajo» que comenzó su padre, el rey Jorge VI, en 1949 y que desde 1952 ejerce ella. Aunque existía también la posibilidad de optar por un liderazgo rotatorio, tal y como pidió el líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, la elección del príncipe Carlos, de 69 años, se daba prácticamente por sentada. Aunque la decisión de los mandatarios no se hizo pública hasta el último momento.
Buckingham Palace llevaba tiempo haciendo campaña. En los últimos años, el príncipe Carlos ha realizado varios viajes oficiales a estos países en representación de su madre y gran parte del material de su página oficial estaba dedicado últimamente a la Commonwealth. Asimismo, el príncipe Enrique, que el próximo día 19 contraerá matrimonio con Meghan Markle, había sido nombrado recientemente embajador de la Juventud de la mancomunidad.
Pero el protagonismo de esta unión de 53 naciones surgido del Imperio británico en los años 40 no sólo está ahora en el ámbito de la realeza, sino también en el escenario político. Y es que, tras el referéndum del Brexit, los euroescépticos se empeñan en recobrar la importancia de futuros acuerdos comerciales con estos países con los que, aparte de compartir idioma, guardan semejanzas en cuanto a sistemas administrativos y legales. En este sentido, el ministro de Exteriores, Boris Johnson, anunció la apertura de nuevos puestos diplomáticos en nueve de estas naciones. Según Johnson, Reino Unido tiene una de las «huellas diplomáticas más grandes del mundo» y su red exterior es «fundamental para promover» el interés nacional, «particularmente después del Brexit».
Pero la realidad es que la Commonwealth es hoy un mercado menor, disperso y fragmentado que, además, carece de la integración económica del mercado único de la UE. En la actualidad, esta organización es el destino de menos del 10% de las exportaciones británicas, frente al 50% que van a la UE. Londres comercia más con Bélgica y Luxemburgo que con Canadá y Australia, dos de las mayores economías de este club de países. Exporta más a Polonia que a cualquier miembro de esta Mancomunidad.
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