Elecciones en Alemania

El SPD exige un salario mínimo de 8,5 euros la hora para pactar con Merkel

El presidente del SPD, Sigmar Gabriel, ofrece una rueda de prensa tras la convención de su partido hoy en Berlín.
El presidente del SPD, Sigmar Gabriel, ofrece una rueda de prensa tras la convención de su partido hoy en Berlín.larazon

La cúpula del partido ha presentado un catálogo de exigencias que consideran irrenunciables a la hora de firmar un acuerdo de coalición, entre ellas está la introducción de un salario mínimo interprofesional de 8,50 euros por hora.

Una convención del Partido Socialdemócrata alemán (SPD) dio hoy vía libre a la cúpula para iniciar negociaciones con la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel y su ala bávara la Unión Social Cristiana (CSU), de cara a una posible coalición de gobierno en Alemania.

"De 229 delegados, 31 votaron en contra y hubo 2 abstenciones. El resto se pronunciaron a favor de iniciar negociaciones de coalición", dijo el presidente del SPD, Sigmar Gabriel, tras finalizar la convención.

Gabriel advirtió, sin embargo, de que no se puede descartar que durante las negociaciones se encuentren diferencias tan grandes que no permitan compromisos y que no se llegue a un acuerdo de coalición.

Las negociaciones pueden tardar un mes o más y, en caso de que se llegue a un acuerdo de coalición, este tendrá que ser aprobado en una consulta a las bases del SPD, en la que pueden participar 470.000 militantes.

"Creemos que los militantes tienen algo que decir a la hora de decidir si entramos o no a formar gobierno", dijo Gabriel para defender la consulta.

Gabriel dijo que la meta es lograr formar gobierno antes de fines de diciembre pero agregó que esto no se puede asegurar.

La decisión estuvo precedida de protestas de parte de las bases que se oponen a hacer una coalición con Merkel.

En los comicios legislativos celebrados el pasado 22 de septiembre en Alemania la CDU/CSU obtuvo un claro triunfo con el 41,5 por ciento de los votos pero se quedó a cinco escaños de la mayoría absoluta y, además, perdió a su tradicional socio de coalición, el Partido Liberal (FDP), que no consiguió representación parlamentaria.

De este modo, la CDU se vio obligada a buscar un nuevo aliado y, tras descartarse la posibilidad de negociar con Los Verdes, solo quedó la opción de buscar un acuerdo para una gran coalición con el SPD, el segundo partido más grande en el parlamento.

Antes de la convención, la cúpula socialdemócrata se había manifestado a favor de iniciar negociaciones con la CDU/CSU y presentó un catálogo de exigencias que consideran irrenunciables a la hora de firmar un acuerdo de coalición. Entre ellas está la introducción de un salario mínimo interprofesional de 8,50 euros por hora.

La introducción de un salario mínimo interprofesional fue uno de los puntos claves del programa electoral socialdemócrata.

"No me puedo imaginar un acuerdo de coalición sin la introducción del salario mínimo que sea aprobado por las bases, aunque yo lo recomendase", dijo Gabriel.

El aumento de la tasa impositiva máxima, otro de los puntos claves del programa, no aparece entre las exigencias irrenunciables.

El documento enumera también otras exigencias que deben plantearse a la CDU/CSU, como inversiones en educación e infraestructuras, mejorar las finanzas de los municipios y la introducción de un impuesto a las transacciones financieras.

En caso de que al término de las negociaciones se llegara a un acuerdo con la CDU/CSU, y que este fuera aprobado por las bases del SPD, Alemania tendría la tercera gran coalición de la historia de postguerra.

La primera tuvo lugar entre 1966 y 1969, con el cristianodemócrata Kurt Georg Kiesinger como canciller y el socialdemócrata Willy Brandt como ministro de Exteriores y vicecanciller.

Tras las elecciones generales de 1969 Kiesinger quiso continuar la coalición pero Brandt logró una alianza con el Partido Liberal (FDP) para convertirse en canciller.

La segunda fue entre 2005 y 2009, con Merkel como canciller y con Frank-Walther Steinmeier como ministro de Exteriores y también como vicecanciller en la parte final de la legislatura.

La clara derrota electoral al final de esa última gran coalición fue uno de los factores que hizo que al comienzo dentro de la cúpula del SPD hubiera muchas dudas a la hora de iniciar negociaciones para una reedición de esa alianza.