El suicidio de Putin

- Las nuevas autoridades acusan a Rusia de invadir Crimea. ¿Puede repetirse el paradigma de Georgia en 2008?

–Existe una clara posibilidad. La reacción de Rusia hasta ahora me recuerda a Georgia. Pese a que existen importantes diferencias de contexto. Georgia en 2008 no controlaba Osetia del Sur y Abjasia desde hacía 20 años. Tenían sus autoridades propias. Ucrania, sin embargo, sí controla Crimea. En Osetia del Sur y Abjasia existía un sentimiento antigeorgiano tras el conflicto de los 90. En Crimea, sin embargo, no existe una mayoría separatista. Lo que se repite en un escenario y en otro es la estrategia de acción-reacción de Rusia. Con los últimos movimientos militares, parece que busque una reacción similar de Ucrania.

- ¿Qué papel puede jugar el 60% de los casi dos millones de habitantes de la península del mar del Norte que son rusos?

–Entre la población rusa no existe una mayoría secesionista. Hay quienes respaldan una alianza estratégica con el Kremlin pero no una separación de Ucrania y la anexión, a la postre, a Rusia.

- ¿Piensa que Putin sigue tratando a Ucrania como parte de su área de influencia y no como un país soberano?

–Es difícil meterse en la cabeza de Putin. La actitud parece en momentos irracional y a otros parece que actúa bajo una especie de sentimiento de venganza. Da la sensación de que como ha perdido Ucrania, quiere por lo menos quedarse con una porción de terreno, como es Crimea. La intervención en cualquier caso sería suicida. No se sabe hasta que punto estamos ante un juego de músculos o el principio de una operación militar. Las consecuencias, no obstante, serían desastrosas. Se topará con la resistencia no sólo de Ucrania, sino de otros países postsoviéticos sin mencionar el resto del mundo.

- ¿La crisis ucraniana abre un nuevo capítulo en la Guerra Fría?

–La Guerra Fría se denominó así porque se basó en una detención mutua no hubo un enfrentamiento. Si hay una intervención militar, habrá una guerra con todas sus consecuencias.

-¿Cuáles pueden ser?

–Crimea es una población multiétnica, cualquier conflicto puede derivar en una guerra civil entre los distintos grupos: rusos, ucranianos y tártaros-crimeos. La población tártara es de origen turco, por lo que si el conflicto estalla no es extraño que intervenga también Ankara. En ese caso se pasará a un conflicto de carácter regional y global, pues podrían entrar en escena otros países musulmanes.

- ¿Cómo definiría la naturaleza de este enfrentamiento, una batalla entre dos civilizaciones, Occidente y el Este, o entre dos modelos de Estado?

–Es un enfrentamiento entre la política internacional del siglo XIX y la política internacional del siglo XXI. Lo que hace Putin lo hemos visto en las guerras mundiales, la revisión de los territorios en Europa con medidas militares. No es una guerra de la población de Crimea contra las autoridades locales. Lo que sucede es un enfrentamiento provocado desde fuera por Rusia.

- La viabilidad de Ucrania está amenazada por la secesión en el nivel político y el colapso en el económico. ¿Es factible la supervivencia?

–Desde la perspectiva económica, será muy difícil la supervivencia sin un rescate internacional. Las arcas públicas y las reservas de ahorros están vacías. Sin la ayuda exterior, el país está en la bancarrota. La secesión, no obstante, supone un conflicto de mayor trascendencia. Ucrania no va a entrar en una guerra sin sentido. Primero, Kiev es consciente de que no puede competir en poder militar con Moscú. Después se sabe que las consecuencias serían desastrosas para el país y para el continente. Las nuevas autoridades ucranianas tratan de actuar con prudencia y rebajar la tensión. No calentar la crisis.

l ¿Se puede rebajar la tensión?

–Puede utilizar medidas diplomáticas pero no militares. La seguridad y la integridad territorial ucraniana están garantizada por el tratado de 1994 firmado por las potencias nucleares, como Estados Unidos o Francia. Ucrania puede llamar a las partes para que garanticen la seguridad y la integridad territorial.

- ¿Cuál debe ser la hoja de ruta de la UE?

–A diferencia del pasado, debe condicionar la ayuda económica a las reformas concretas y en especial al avance de la democracia. Hay que vincular el rescate a unas condiciones previas. También hay que establecer mecanismos de control para evitar la corrupción.

l Yanukovich hizo ayer su primera aparición pública tras ser derrocado. ¿Con qué apoyos cuenta dentro de Ucrania?

–A nivel político con ninguno. Hasta su círculo más íntimo dijo sentirse traicionado por él. A nivel social puede todavía contar con algunos respaldos, pero no significativos.

*Investigadora especialista en Ucrania del «think tank» Fride. Preguntas realizadas por Rocío Colomer