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Adrian Russell Ajao, el nombre del terrorista antes de su conversión
Su carrera delictiva empezó en 1983 y fue condenado por agresión violenta y posesión de armas, por lo que pasó años en tres centros penitenciarios
Khalid Masood, el autor del atentado del miércoles frente al Parlamento británico, en Londres, nació con el nombre de Adrian Russell Ajao, informó hoy el jefe de la unidad antiterrorista de Scotland Yard, Mark Rowley.
Un británico matando a británicos. Una vez más, el Estado Islámico (EI) ha utilizado a un europeo para acabar con la vida de sus propios compatriotas. El terrorista que atentó el miércoles contra Westminster era una persona con pasaporte de Reino Unido y conocido por los servicios secretos del MI5, que le habían investigado hace años por sus vínculos extremistas. Ahora, sin embargo, no estaba en el punto de mira al ser «una figura periférica».
Scotland Yard señaló ayer que Khalid Masood, de 52 años y nacido en Kent, era el autor del atentado contra Westminster que ha dejado ya a cinco muertos –entre ellos él mismo– y alrededor de cuarenta heridos (seis de ellos en estado crítico).
Khalid Masood nació con el nombre de Adrian Russell Ajao, informó hoy el jefe de la unidad antiterrorista de Scotland Yard, Mark Rowley. Cuando fue abatido por la policía el miércoles ante el Parlamento, el agresor utilizaba el nombre de Khalid Masood, aunque las autoridades han indicado que en el pasado usó otros nombres. Según los medios, Masood -o Russell Ajao-, también era conocido con el nombre de Adrian Elms, nacido en el condado de Kent, sureste de Inglaterra, hijo de madre soltera y padre de tres hijos.
En una rueda de prensa frente al edificio de Scotland Yard, Rowley también indicó que las fuerzas del orden registran actualmente cinco propiedades y que han concluido los registros realizados en otras 16, mientras que es considerable el material incautado como parte de la investigación sobre el atentado.
El agresor, abatido por agentes tras apuñalar mortalmente al policía Keith Palmer, era británico nacido en Kent, sureste de Inglaterra, con antecedentes penales, y pasó años mudándose a varios lugares del Reino Unido bajo distintas identidades. Según «The Sun», el agresor, de 52 años, era hijo de madre soltera, tenía esposa y era padre de tres hijos.
Su carrera delictiva, indica el diario, empezó en 1983 y fue condenado por agresión violenta y posesión de armas, por lo que pasó años en tres centros penitenciarios: la prisión de Lewes, en East Sussex (sureste de Inglaterra); la de Wayland, en Norfolk (este inglés), y la de Ford, en West Sussex (sureste del país).
De acuerdo con un documento sobre el historial de Masood al que "The Sun"dice haber tenido acceso, en su currículum, el agresor figura como maestro de inglés con experiencia laboral en el sector educativo en Arabia Saudí y en la localidad inglesa de Luton.
Sin embargo, según los medios, parece que Masood nunca trabajó como maestro en ningún colegio estatal inglés.
Tras una conversión al islam, el autor del atentado cambió su nombre por Khalid Choudry y después Khalid Masood.
En los últimos años residía en el condado de West Midlands, centro de Inglaterra, si bien vivió también en Londres, Sussex (sur inglés) y en la ciudad de Luton (a las afueras de la capital).
Conocido por los servicios de inteligencia
La «premier» Theresa May, quien comparecía en la Cámara de los Comunes por primera vez ayer tras el ataque, había adelantado que era una persona «conocida por los servicios de inteligencia», pero que actualmente no estaba siendo investigada al tratarse de una «figura periférica». Tras un minuto de silencio, la líder «tory» reanudaba la sesión parlamentaria que tuvo que ser cancelada de inmediato el miércoles tras escucharse los disparos. Los diputados tuvieron que permanecer más de cinco horas encerrados por motivos de seguridad y la «premier» fue evacuada de urgencia por una puerta trasera y trasladada a Downing Street en un coche camuflado.
También se desveló ayer la identidad de la cuarta víctima mortal, un estadounidense llamado Kurt Cochran, que estaba de viaje en Europa para celebrar el 25º aniversario de boda con su esposa Melissa, hospitalizada en estado grave. Su nombre se unía ayer al de Keith Palmer, el policía acuchillado por el asaltante y Aysha Frade, de 43 años, nacida en Londres, pero de madre gallega. El pueblo de Betanzos, donde sus dos hermanas regentan una academia de inglés, estaba ayer conmocionado por la pérdida de una madre de dos niñas de tan sólo 8 y 11 años. La quinta víctima es un hombre de 75 años al que se le retiró el soporte vital anoche.
Según explicó May sobre el atacante, «fue una figura aislada». «Su caso no forma parte de la actual situación de inteligencia. No había [información] de inteligencia previa a este intento [de atentado] o de un complot», dijo. Con todo, el EI asumió ayer la autoría del ataque en una nota difundida por la agencia de noticias Amaq, próxima a los yihadistas.
«No tenemos miedo»
Durante su comparecencia, la «premier» señaló que las fuerzas del orden trabajaban sobre la hipótesis de que el terrorista estuviera «inspirado» en el terrorismo «islamista», aunque no quiso revelar muchos datos sobre la investigación policial que, al cierre de esta edición, había detenido a ocho personas. La Policía explicó que eran «individuos de diferentes nacionalidades» arrestados tras varios registros llevados a cabo en diferentes puntos, en especial, Londres y Birmingham, la segunda ciudad más importante del país y con una importe comunidad islámica. Entre los arrestados había tres mujeres y un joven de 20 años. Todos investigados por «preparar atentados».
El atacante alquiló el coche en la oficina de la localidad de Solihill, en el condado central inglés de West Midlands, según la agencia de noticias local PA. El terrorista utilizó un vehículo Hyundai i40. «Podemos confirmar que el coche utilizado en el trágico ataque en Londres es uno de los nuestros», dijo en un comunicado la firma «Enterprise car hire». La nota señala que «un empleado identificó el vehículo al ver la matrícula en una fotografía en internet». «Hicimos más comprobaciones e inmediatamente contactamos con las autoridades», reza la nota, que agrega que la empresa colabora con la Policía y facilitará «toda la ayuda posible» durante la investigación.
Eran las 14:40 hora local del miércoles, cuando el terrorista atropelló con su vehículo a unos viandantes que estaban en el puente de Westminster, antes de estrellar el vehículo contra las verjas del Parlamento. Después se bajó de su coche, corrió hacia la entrada del edificio parlamentario, donde apuñaló al agente Keith Palmer y, cuando se disponía a atacar a otro agente, fue abatido a tiros por la Policía. El agresor, según las Fuerzas de Seguridad, buscaba entrar en el edificio parlamentario, a pesar de las fuertes medidas de seguridad por tratarse del lugar más emblemático de Londres, si bien aún queda por establecer su objetivo.
El atentado provocó una gran conmoción en Reino Unido, donde las fuerzas del orden han realizado en los últimos años numerosos entrenamientos para hacer frente a la amenaza terrorista, especialmente tras los ataques de París (2015) y Bruselas (2016). Según informó May, las Fuerzas de Seguridad han frustrado desde junio de 2013 un total de trece complots terroristas contra el país. Sin embargo, las autoridades no modificaron el nivel de la amenaza terrorista, que se mantiene en «severa», la segunda más alta en una escala de cinco, y que indica que un atentado es «altamente probable». Este atentado ha sido el más grave en Reino Unido desde los ataques del 7 de julio de 2005 contra la red de transporte de Londres, en los que murieron 59 personas, cuatro de ellas los terroristas suicidas.
Al dar los detalles de la investigación ante la Cámara de los Comunes, May indicó que Reino Unido «no tiene miedo» y que el agresor buscaba atentar contra la democracia y «todas las personas libres» de distintas partes del mundo. «Nos reunimos aquí en el más antiguo de todos los Parlamentos porque sabemos que la democracia y los valores que conlleva siempre van a prevalecer», agregó. «Estos valores –dijo–, la libertad de expresión, la libertad, los derechos humanos y el imperio de la ley están encarnados en este lugar, pero son compartidos por gente libre de todo el mundo». «Éste ha sido un ataque contra gente libre de todas partes y, en nombre del pueblo británico, quisiera dar las gracias a nuestros amigos y aliados en todo el mundo que han dejado claro que están con nosotros», resaltó May.
Por su parte, para recordar a las víctimas, pero sobre todo para demostrar a los terroristas que la ciudad sigue adelante, el alcalde de la capital, el laborista Sadiq Khan, convocaba a los londinenses de la metrópoli cosmopolita y multirracial a concentrarse ayer por la tarde en la céntrica plaza de Trafalgar. «No nos amedrantaremos nunca ante el terrorismo», aseguraba. Sus palabras cobraban un significado especial, ya que el político hacía historia el pasado año al convertirse en el primer alcalde musulmán de la capital británica.
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