Estado Islámico
El verdugo Mohamed Emwazi
El MI5 y el FBI desenmascaran al terrorista británico conocido como el «yihadista John». De origen kuwaití, se crió en el oeste de Londres y se licenció en informática en un centro de élite. El veinteañero ha decapitado a seis occidentales en los brutales vídeos del Estado Islámico
Tras seis meses de investigación de los servicios de inteligencia británicos, el MI5, y del FBI, el verdugo «John» –que decapitó a varios rehenes occidentales– ha sido desenmascarado
Tras seis meses de investigación de los servicios de inteligencia británicos, el MI5, y del FBI, el verdugo «John» –que decapitó a varios rehenes occidentales– ha sido desenmascarado. Mohamed Emwazi fue identificado como el yihadista con acento británico que degolló a los periodistas estadounidenses James Foley y Steven Sotloff, a los cooperantes británicos David Haine y Alan Henning y al estadounidense Abdul-Rahman Kassig. El joven londinense de origen kuwaití, licenciado en Informática por la Universidad de Westminster, viajó a Siria en 2012 para unirse al Estado Islámico, según publicó ayer «The Washington Post».
El rotativo estadounidense explicó que para la investigación fueron utilizadas diferentes técnicas, que incluyen análisis de voz y entrevistas con antiguos rehenes. Los Servicios Secretos británicos no querían divulgar la identidad del verdugo por razones operativas, señaló la cadena británica BBC. Durante meses, el «yihadista John» ha sido el rostro enmascarado del terror y el altavoz de la barbarie de la organización terrorista de Abu Bakr al Bagdadi.
Emwazi era un tipo anodino, un joven corriente que no desvelaba su inclinación fundamentalista a menos que se cruzara una mujer y fuera incapaz de mirarla a los ojos. Sus allegados lo describen como un joven educado, elegante en el vestir y un musulmán discreto. Cansado de la justicia de su país, decidió volverse en su contra y abandonó Londres para convertirse en un yihadista. En 2009, Emwazi planeó con dos amigos, un alemán converso y otro individuo llamado Abu Talib, un safari en Tanzania, pero fueron detenidos en Dar es Salaam, y deportados. Sus intenciones no eran lucrativas, sino cruzar desde allí a Somalia, según las pesquisas de los Servicios Secretos británicos.
El joven decidió viajar entonces a Ámsterdam. El MI5 lo había acusado de tratar de entrar en Somalia para unirse a la guerrilla islamista que opera en el sur. Emwazi negó la acusación, respondiendo que fue la agencia de Inteligencia quien intentó reclutarlo. En otoño de 2009, regresó a Reino Unido. Después se trasladó a Kuwait, donde trabajó en una empresa informática y regresó al menos en dos ocasiones a Reino Unido, una de ellas para arreglar los papeles para contraer matrimonio con una kuwaití en 2010. La Policía antiterrorista británica volvió a detenerle, impidiéndole viajar a Kuwait al día siguiente, como tenía previsto. Emwazi sólo pensaba en escapar de Londres: «Tengo un trabajo esperándome y un matrimonio que empezar. Pero ahora me siento como un prisionero, sólo que no en una celda, sino en Londres», escribió el joven en un correo electrónico a Asim Qureshi, director de investigación del grupo de derechos civiles CAGE, al que ha tenido acceso «The Washington Post».
«Estaba listo para agotar todas las vías dentro de la maquinaria del Estado para cambiar su situación personal», indicó en uno de los emails que recibió Qureshi en aquella época. El investigador describió que al final Emwazi era un joven atormentado que sentía que «las acciones del Estado se tomaban para criminalizarlo, y que no quedaba otra vía más que luchar contra esas acciones».
Como otros muchos jóvenes musulmanes occidentales, se sintió atraído por la yihad en Siria y se cree que llegó al país árabe en 2012. Seguramente, cruzó ilegalmente la frontera desde Turquía, aunque los investigadores no han conseguido averiguar aún cómo lo logró. Pero se sabe que desde Siria contactó con su familia y al menos con un amigo, aunque se desconoce qué les contó sobre su actividad allí.
Un ex rehén relató qué Emwazi formaba parte en 2013 de un equipo, integrado por dos británicos más, encargado de vigilar a los prisioneros en unas dependencias de Idlib. El yihadista londinense parecía el líder del equipo, según el mismo testimonio. A principios de 2014, los rehenes fueron trasladados a Raqa, centro de operaciones del Estado Islámico en Siria. Allí siguieron recibiendo vistas de Emwazi, que parecía haber asumido labores de mayor rango en la organización. Así fue como este aplicado musulmán se convirtió en el verdugo de los rehenes occidentales. «John» debutó en agosto con la abominable ejecución de Foley, grabada en un vídeo que conmocionó al mundo. No obstante, se desconoce si Emwazi es en efecto el hombre encapuchado que aparece en todos los vídeos hablando en inglés con un cuchillo en la mano y el prisionero a punto de ser degollado a sus pies. Durante meses se especuló con que se trataba de un cantante de hip-hop. «The Sunday Times» le identificó como Abdel Majed Abdel Bary, de 23 años y de origen egipcio, dueño de una gran mansión en Londres y miembro de un grupo de media docena de terroristas.
El Gobierno británico no ha confirmado aún la identidad de «Yihad John». «No podemos confirmar ni negar nada», declaró un portavoz de la oficina del primer ministro. «Lo que quiere dejar claro Cameron, –algo que dijimos desde que vimos por primera vez las horribles acciones de los terroristas del EI–, es que estamos absolutamente determinados a llevar a esos sujetos ante la Justicia. La Policía y las agencias de seguridad han estado trabajando duramente para lograrlo».
Perfil / MOHAMED EMWAZI / El «yihadista John»
El terrorista británico más letal
Sus amigos le describen como «una bellísima persona». Emwazi nació en 1988 en Kuwait y se trasladó con su familia a vivir al oeste de Londres. Recibió una muy buena educación y se licenció en Informática en la Universidad de Westminster. Le encantaba vestir a la moda. Su nombre apareció por primera vez en las listas del MI5 en 2010 como sospechoso de querer unirse a Al Shabaab en Somalia. Sus conocidos no le veían contento en Londres, quería rehacer su vida en Kuwait. En 2013, se vuelve a tener noticias de él. Es el carcelero en Idlib, Siria, de rehenes occidentales. Son sus secuestrados los que le ponen el mote de «John», por ser británico como Lennon.
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